El futuro del regimiento de Infantería «Tercio Viejo de Sicilia» número 67 se encuentra en el aire después de que el Gobierno se doblegara ante la histórica reivindicación del PNV de ceder los terrenos que actualmente ocupa el cuartel donostiarra de Loyola, que pasarán a ser propiedad del Ayuntamiento de San Sebastián para su expansión urbanística. Aunque no concreta, Defensa asegura que la presencia del Ejército en Guipúzcoa está «garantizada» y que habrá realojo. Los nacionalistas vascos deslizan que en las negociaciones no se abordará la búsqueda de un nuevo enclave: «Es cosa del Ministerio, que decidirá si la ubica en San Sebastián o en otro término municipal», avanzan.
En esta línea, el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia (PNV), subrayaba ayer que en el acuerdo que se ha alcanzado con el Gobierno a cambio de su apoyo a los Presupuestos estatales no se habla ya de reubicación «ni de que el Ayuntamiento tenga que buscar otro sitio ni nada por estilo». «Deja de ser asunto nuestro, por decirlo de alguna manera», apuntó.
En la actualidad hay en torno a 400 militares en los cuarteles de Loyola, que fueron construidos en 1926. En la disposición adicional de los Presupuestos que recoge la cesión de estos terrenos, PNV y Gobierno apelan a la necesidad de proceder al traslado del acuartelamiento «a un emplazamiento más acorde y mejor dimensionado a sus necesidades actuales sin perjuicio de su actividad».
No era esta la posición que había mantenido hasta ahora el Gobierno de Pedro Sánchez. Hace apenas dos semanas, el Ministerio de Defensa cerró la puerta a la cesión por considerar el cuartel un enclave «de vital importancia» para el Ejército. El equipamiento, sede del regimiento de Infantería Tercio Viejo de Sicilia número 67, será traspasado a los responsables municipales antes de que finalice 2021. Previo pago del precio de los terrenos. Fuentes militares señalaron su asombro y malestar por el cambio de posición del Gobierno, informa Esteban Villarejo.
El portavoz del grupo vasco en el Congreso, Aitor Esteban, anunció ayer la «enajenación» del acuartelamiento de Loyola, en la ribera del Urumea, para confirmar el apoyo del PNV a los Presupuestos Generales. No fue el único peaje en la autopista vasca hacia las cuentas: también logró una serie de inversiones, además de la supresión del impuesto al diésel y de 50 millones para la máquina herramienta.
Pero la cesión del cuartel de Loyoya es oro para el PNV. No sólo por el valor del suelo para el desarrollo urbano de San Sebastián, ciudad encorsetada por su orografía. Sobre todo, porque el Ejército no es bienvenido por los nacionalistas, que piden su repliegue aunque luego hagan uso de la ayuda en situaciones de crisis como la del coronavirus. Loyola es uno de los tres enclaves militares en el País Vasco junto al de Araca (Álava) y Garellano (Vizcaya).
«Hoy el País Vasco es menos España»
Pero el PP vasco dio la voz de alarma convencido de que no habrá permuta alguna a otros terrenos después de que el alcalde donostiarra, Eneko Goia, se desentendiera de la operación. «No estamos hablando ni de la reubicación, ni que el ayuntamiento tenga que buscar otro sitio ni nada por el estilo», afirmó. El líder del PP vasco, Carlos Iturgaiz, denunció: «Defensa cede al PNV la salida del Ejército de San Sebastián. PNV y Sánchez borran la presencia de España en el País Vasco mientras Bildu tumba el régimen. Hoy el País Vasco es menos España por el pacto PNV-PSOE».
La entrega del cuartel de Loyola se ha fraguado en las últimas jornadas, a pesar de Defensa. El pasado día 10, la secretaria de Estado de Margarita Robles rechazó de plano en el Senado una mudanza. «Los cuarteles de Loyola son de vital importancia para el desarrollo de las funciones atribuidas a las Fuerzas Armadas, están plenamente operativos y las ubicaciones alternativas propuestas no han cumplido los requisitos mínimos para su traslado. No están en absoluto infrautilizados y requerimos por ello el traslado en unas condiciones adecuadas», aseveró Esperanza Casteleiro.
Durante décadas, los responsables municipales del PSOE, Bildu y PNV, han mantenido esa reivindicación. A cambio, se han propuesto varias opciones de reubicación del acuartelamiento donostiarra, pero el ministerio las ha rechazado por no reunir las condiciones adecuadas.
El senador del PNV Luke Uribe-Etxebarria tildó el cuartel como «una especie de anacronismo» molesto por el veto histórico del Gobierno de España. El ministerio ha rechazado en los últimos años distintas alternativas de ubicación del cuartel dentro del término municipal. «No se dan los requisitos operativos, de seguridad y de bienestar del personal allí designado», confirmó Defensa hace quince días.
