El expresidente de Ciudadanos Albert Rivera ha afirmado este jueves que se alegra de haber dimitido tras la debacle que sufrió su partido en las elecciones de noviembre porque se ha confirmado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quería pactar con Unidas Podemos y con los partidos independentistas, y él no aguantaría "ni un minuto" apoyando cosas en las que no cree. En su opinión, en política se puede ser "flexible", pero hay que "tener dignidad". "Veo todo lo que pasa y me digo... menos mal que dimití", ha resumido.
Rivera, que ahora preside un despacho de abogados, ha presentado en Zaragoza su nuevo libro, Un ciudadano libre, en un acto organizado por la Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón (ADEA). Allí ha reiterado que tenía razón cuando advirtió de que Sánchez iba a "pactar con la banda" y que ahora se ha visto cómo ha pactado "con toda la banda".
"Están todos. Bildu, Esquerra, Podemos en el Gobierno", ha señalado, añadiendo que le habría encantado haberse equivocado en su predicción. "Cuando les veo firmando los Presupuestos con Batasuna, pienso: 'Esto es peor de lo que advertimos'", ha indicado antes de lamentar que "los separatistas estén negociando y marcando la agenda" en España.
Así se ha referido a la votación de este jueves en el Congreso de los Diputados en la que se han rechazado las siete enmiendas a la totalidad del proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2021. Esto ha sido posible gracias a que Ciudadanos y los socios de la investidura de Sánchez --incluidos Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), EH Bildu y el PDeCAT-- han unido sus votos a los del PSOE y Unidas Podemos.
Rivera ha criticado el proyecto de Presupuestos del Gobierno --cuyo trámite parlamentario ha permitido Cs tras conseguir limitar las subidas de impuestos-- señalando que "van en la dirección contraria al signo de los tiempos y de la política que se está haciendo en la mayoría de los países".
A su modo de ver, "España necesita ahora lo mismo que todas las economías mundiales, impuestos moderados o bajadas para sectores muy perjudicados" por la crisis, y "una política expansiva" para reactivar el consumo.
Ha rechazado el aumento de la presión impositiva, especialmente en el IRPF, porque "esto no va de a cuánta gente fastidias", sino que "la pregunta es si esos que cobran 130.000 euros no se lo han ganado ellos". Así, ha censurado la actitud de quienes no se oponen a estos PGE con el argumento --que utiliza Ciudadanos-- de que los impuestos "no se suben tanto" como en principio querían el PSOE y Unidas Podemos.
Ciudadanos ya se había ofrecido anteriormente a negociar los Presupuestos con Sánchez, y Bildu anunció este miércoles su disposición a apoyarlos. Sin mencionar expresamente a Cs ni a su líder, Inés Arrimadas, Rivera ha declarado que, ante el panorama político actual, "la única buena noticia" para él es que dejó la política el pasado noviembre.
"Yo no aguanto ni un minuto apoyando cosas en las que no creo. Uno puede ser flexible, puede ser laxo, tener cintura, pero uno tiene que tener dignidad. Creo que cuando pierdes la dignidad, ya no se recupera", ha manifestado.
Según ha recordado, Ciudadanos concurrió a los comicios generales de abril avanzando que pactaría con el PP para echar a Sánchez de la Moncloa y con ese mensaje consiguieron 4,5 millones de votos y 57 escaños en el Congreso.
"Ante la repetición electoral, la presión y las 'fake news', abrimos la mano a que Sánchez siguiera de presidente" y en noviembre Cs bajó a diez escaños, porque "la gente nos vio imprevisibles y dudando de si pactábammos con el PSOE o con el PP", ha explicado.
Por otro lado, el exdiputado ha acusado al Ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos de haber creado un "comité de la verdad" con su "burdo" plan de actuación contra la desinformación y ha defendido que los jueces creen una "división" específica para perseguir los delitos en Internet y las redes sociales para combatir "las 'fake news' que generan problemas gordos".
A su juicio, "la mayor mentira de los últimos tres meses ha salido de boca del presidente", Pedro Sánchez, en relación con la existencia de un comité de expertos contra el Covid-19, y se ha preguntado "quién va a controlar los discursos de Sánchez".
Rivera ha defendido que se persigan las noticias que pueden generar enfrentamientos en la sociedad o incluso desgracias, como en el caso del racismo o decir que no hay que vacunarse, pero no que haya "un Gobierno controlando a ciudadanos y medios", porque tiene que ser "al revés". Ha ironizado al decir que si Sánchez y el vicepresidente segundo del Ejecutivo, Pablo Iglesias, se ponen a controlarse a ellos mismos, "revientan la máquina".
"La pregunta es quién va a controlar al Gobierno", ha continuado, advirtiendo de que si se aplican en España medidas como el plan contra la desinformación, "en dos años esto es Argentina".
Según ha afirmado, en la Unión Europea "están flipando" ante este "atropello". "Es muy triste que España pueda estar en el radar europeo por la violación del Estado de Derecho, la separación de poderes o la libertad de prensa", ha comentado.
En este contexto, ha rechazado la reforma que propusieron el PSOE y Unidas Podemos para modificar el sistema de elección de los vocales del Consejo General del Poder Judicial y permitir que los doce de procedencia judicial sean escogidos por "una mayoría gubernamental", sin contar con la oposición. A su modo de ver, la mayoría de los miembros del CGPJ deberían ser elegidos por los jueces, no por los políticos.
Rivera ha afirmado que si no hay una "resistencia" de la ciudadanía ante este tipo de "barbaridades", al final la gente se acostumbra a ellas y asume que "el engaño forma parte de la actividad política diaria".
Frente al "letargo" que observa en la sociedad civil ante "los atropellos del poder", ha abogado por "canalizar la preocupación o cabreo de muchos ciudadanos" por las decisiones del Gobierno, recalcando la importancia de "cuidar la democracia" para evitar retrocesos.
Por otra parte, el exlíder de Ciudadanos ha afirmado que actualmente el centro político está "más débil" en España y Bildu lleva "la batuta", lo cual se enmarca en "un plan trazado hace tiempo".
En su opinión, la mayoría parlamentaria que sustenta al Ejecutivo de Sánchez está "consolidada para tiempo" mientras el "centroderecha" no consiga, "sumando, formular algún tipo de acuerdo".
"Me da igual la fórmula, no estoy propugnando una coalición, pero ¿con qué fórmula decimos a los españoles que vamos a ir juntos para sacar a este Gobierno y ganarles?", se ha preguntado, pronosticando que "muchos solo votarán a quien claramente diga qué va a hacer con su voto".
Asimismo, ha defendido que los "moderados" tienen que "espabilar" porque si no lo hacen, "van a ganar solo los populistas". Se ha mostrado en contra de dividir y enfrentar a los españoles y ha apostado por "mirar al futuro y no a Franco ni al pasado".
Desde su punto de vista, se puede aprovechar la crisis del coronavirus para "eliminar de un plumazo la política del siglo XX", tratando de "crear espacios de entendimiento y transversales" frente a la "pulsión guerracivilista" que utilizan algunos políticos "cuando tensan la cuerda y la sociedad de polariza".
"No es lo mismo tener un Gobierno que pacta con los herederos de ETA que uno que pacta con partidos constitucionalistas y no es lo mismo tener a Suárez, González o Aznar que a algunos que hoy gobiernan no para transformar España, sino para mantenerse en el poder", ha manifestado.
