Este documental de Luis López Carrasco ha recibido los mayores elogios de la crítica allá donde se ha visto, y probablemente con razón, pues consigue lo que pretende: (con)fundir en el espectador la idea de que el gran año de España, aquel 1992 de la Expo en Sevilla, de los Juegos Olímpicos en Barcelona, de los avances de un país hacia su «identificación» con Europa fue el germen de todos los males que aguardaban a la nación y que hoy vivimos. Los materiales, tanto técnicos como arguméntales para conseguir su propósito son completamente eficaces, aunque excesivamente visibles y desmontables. Su campo de juego para argumentar se reduce a un bar de Cartagena y a los testimonios de su «parroquia», una clientela que representa dos tiempos, el entonces de quienes participaron en las protestas por la reconversión industrial que destruyó la convivencia y el tejido laboral y social de la ciudad, y el ahora de los jóvenes que aún pagan las consecuencias.
Ellos nos cuentan lo que ocurrió, el porqué y el lastre que ha ocasionado hasta hoy… Ergo, aquel fue un año aciago y que trajo el subdesarrollo. Y como la «realidad» solo tiene una cara, no encontraremos en «El año del descubrimiento» ni un solo testimonio que nos dé su contraplano… Técnicamente, el documental se esfuerza en esparcir esa confusión mediante una pantalla partida (aquí, sí, el plano y el contraplano) y una deliberada ambigüedad entre testimonios de entonces y de ahora, por el diálogo nihilista entre el tapeo y el fumeteo, y porque cree encontrar la clave de que ahora allí patinara el PSOE y llegara «la derecha». Dura tres horas y media, pero hubiera necesitado siete para redondear las dos caras de lo real.
Valoración de ABCPlay
Oti Rodríguez Marchante