Estimado lector la demanda de combustibles en el mundo ha disminuido en gran medida debido a la pandemia, aun no se sabe cuánto tiempo resta para regresar a nuestras actividades cotidianas y si cuando regresemos nuestras actividades serán realizadas de la misma forma.
Junto a esta disminución de la demanda debido a que nuestros procesos petroleros generan más del sesenta por ciento de las emisiones de dióxido de carbono que provienen de la producción, transporte y consumo mismo de la energía se suman las restricciones ambientales, las cuales impulsan en gran medida llegar en el año 2050 al punto de cero emisiones de CO2.
Las restricciones están basadas en que si en nuestro planeta la temperatura aumenta en 1.5 grados centígrados, todos estaremos sintiendo los estragos de este pequeño ajuste, si no realizamos los cambios en la producción energética.
Con solo este pequeño incremento en la temperatura, más del 70 por ciento de los arrecifes de coral morirán, es probable que los insectos vitales para la polinización de cultivos y plantas pierdan la mitad de su hábitat, el hecho de que el Océano Ártico esté completamente desnudo de hielo marino en verano sería una probabilidad, millones de personas que viven actualmente en zonas costeras serán vulnerables al aumento del nivel del mar, la frecuencia e intensidad de sequías, tormentas y fenómenos meteorológicos extremos serán cada vez más intensos. Por eso existe la meta de llegar a cero emisiones de CO2.
El petróleo es nuestra base energética fundamental, existen países que sus economías y sus sistemas socio políticos están basados en la producción petrolera, pero todo esto podría cambiar debido a dos factores principales, uno de ellos es que ya existe la tecnología para reemplazar en gran medida al petróleo y la segunda que es la razón más importante es ya necesario hacerlo por el futuro de nuestras familias.
También la pandemia está haciendo que la mayoría de los países productores de petróleo se encuentren realizando un esfuerzo sin precedentes para realizar los ajustes necesarios en su producción y de esta manera evitar un desplome mayor en los precios, la recuperación natural de los precios dependerá de la reactivación económica y de realizar los ajustes en materia de producción de forma paulatina.
Gracias a todos los ajustes en producción petrolera podemos decir que existe menos producción. Pero no se puede decir lo mismo del exceso mundial de refinerías, en Europa el exceso de capacidad de refinación que se tenía desde hace algunas décadas aunado con la disminución de la demanda ha generado que algunas cierren, en algunos casos vendiéndose como chatarra, otras se han podido transformar y algunas más están espera que su vecino cierre para seguir sobreviviendo.
Aunado a esto, en los Estados Unidos el senador Jeff Merkley introdujo la legislación a la ley en la que se prohibirían las ventas de vehículos de gasolina en este país para el 2035 y migrar totalmente a vehículos de cero emisiones.
Según el proyecto de ley, habría un recorte del cincuenta por ciento hasta el 2025 y a partir de ahí aumentaría un cinco por ciento anual hasta el 2035. El proyecto de ley define un vehículo de pasajeros que produce cero emisiones de escape de cualquier contaminante de criterio, contaminante precursor o gas de efecto invernadero, excepto vapor de agua, en cualquier modo de funcionamiento o condición.
La generación de energía ahora se puede realizar según la necesidad particular de cada usuario y por el propio usuario, siendo en muchas ocasiones más económico, ecológico y seguro que las practicas tradicionales.
La pandemia provocó gran volatilidad de los precios del petróleo, lo que desencadena una oportunidad para considerar un replanteamiento de los mercados energéticos y la colaboración global para apoyar la fase de recuperación con una nueva visión una vez que la crisis aguda la veamos en el espejo retrovisor.
Un suministro estable sin volatilidad en los precios de los mercados energéticos para Nuevo León, México y en el mundo es fundamental para el crecimiento económico y la prosperidad.
Estimado lector, ¿cómo cree usted que impactará a las refinerías en el mundo la transición energética en la búsqueda cero emisiones rumbo al 2035 y gradualmente al 2050?
Gracias, Hasta la próxima ¡
El autor es CEO de Petroland, ex Director General de Franquicias Pemex y constructor de Estaciones de Servicio. Comercializador Autorizado de la CRE; Especialista en Gas Natural Licuado y Comprimido, miembro del PEI/NACS y Consultor en Eficiencia Energética.
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