El Gobierno acumulaba meses de promesas para dar una solución a la recepción de migrantes recién desembarcados en Gran Canaria y acabar con el campamento del puerto de Arguineguín, donde los recién llegados duermen sobre mantas extendidas en el suelo en condiciones de hacinamiento e insalubridad. Este jueves, el Ejército de Tierra ha mostrado las primeras imágenes del espacio alternativo: un campo militar con 23 carpas levantadas sobre tierra sin asfaltar en el antiguo polvorín de Barranco Seco, un terreno en desuso que en el pasado servía para guardar armas y munición, cedido por el Ministerio de Defensa a Interior tras semanas de negociaciones.
Las instalaciones, habilitadas este miércoles por la Brigada 'Canarias' XVI del Ejercito de Tierra, cuentan con 200 literas, mientras que en estos momentos el puerto de Arguineguín alberga a cerca de 2.000 migrantes. Según Defensa, el campamento, que será gestionado por Interior, tiene capacidad para 800 personas, una previsión que duplica el actual número de camas instaladas en las tiendas.
"En Arguineguín no todos dormían en camas o en literas", justifican las mismas fuentes. "Las estimaciones son muchas más plazas", añaden desde la cartera de Fernando Grande-Marlaska.
El campamento militar alojará a los migrantes durante sus primeras 72 horas, el plazo máximo de detención sin orden judicial establecido por ley, mientras la Policía Nacional realiza los trámites de filiación. En la práctica, buena parte de las personas retenidas en el muelle de Arguineguín pasan más de tres días en el muelle, a la espera del resultado de sus pruebas PCR y de su derivación a una plaza de acogida.
La situación del puerto de Arguineguín ha sido criticada por distintas organizaciones. La última, Human Rights Watch, ha denunciado este miércoles las condiciones de "hacinamiento e insalubridad" del campamento improvisado, que consta de 14 carpas sin camas, cada una con baño portátil, con capacidad para 30 o 40 personas, a la que se suma una carpa para ducharse y cambiarse.
Durante su visita a las islas Canarias, el ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, reconoció que no era el lugar "adecuado" para albergar migrantes, quien aseguró estar en contacto con Interior, de quien depende la primera recepción tras su llegada a las costas españolas.
"Estoy de acuerdo en que no responde a lo que uno espera que debe ser la acogida a los inmigrantes cuando llegan a España, por razones humanitarias, por razones de sensibilidad ante lo que significan estas personas y sus tragedias. Es duro verles allí, cómo llegan", explicó Escrivá a finales de octubre en una entrevista con elDiario.es.
La semana pasada, Grande-Marlaska prometió durante su visita a Gran Canaria la clausura total del puerto de Arguineguín como campamento de emergencia: "No volverá a albergar migrantes", zanjó el ministro. La alternativa, sin embargo, ya empieza a despertar la preocupación entre algunas organizaciones especializadas, aunque por le momento se mantienen cautas a la espera de conocer más detalles sobre las instalaciones militares.