Dos años después de que su modesto estadio fuera arrasado por una tromba de agua que dibujó un escenario dantesco en el municipio de Sant Llorenç de Cardassar, en la isla de isla de Mallorca, el CD Cardassar celebra su clasificación para la primera eliminatoria de la Copa del Rey, en la que se enfrentará a un equipo de la máxima categoría del fútbol español. Un premio deportivo para sus dirigentes, técnicos y futbolistas, y una importante inyección económica para un club en el que aún se recuerda con pavor aquella inundación que dejó Es Moleter como un campo de batalla.
En el CD Cardassar no olvidan aquel 9 de octubre de 2018, el día en el que una tremenda tromba de agua dejó trece víctimas mortales en Sant Llorenç. Los vecinos, a los que se unió Rafa Nadal en una imagen inolvidable, se volcaron, pala y cubo en mano, para ayudar a paliar los daños de una inundación que también pasó una importante factura al conjunto de fútbol de la localidad. Es Moleter, el modesto campo de este conjunto de Tercera división, quedó destrozado aquella noche y el conjunto balear tuvo que trasladarse durante meses hasta Artá y Cala Millor para poder jugar sus partidos.
En aquella inundación, el CD Cardassar perdió todo menos la ilusión. Gracias a ella, las fuerzas no han flaqueado y sus dirigentes han conseguido sacar adelante a un club que lo perdió todo. Absolutamente Todo. El agua se llevó por delante años de esfuerzo. Botas y uniformes quedaron enterrados entre el fango. El césped artificial del estadio, roto a jirones, acabó convertido en una montaña de basura. Dos años después de aquella pesadilla, esta entidad balear vuelve a sonreír. El miércoles eliminó al Épila en la tanda de penaltis (0-0 en el marcador) de la última ronda previa de la Copa del Rey y el próximo lunes el CD Cardassar estará en el sorteo de la primera eliminatoria, en la que se enfrentará a un rival de Primera división. Un pellizco para sus arcas que ayudarán a pagar alguna de las deudas que provocó aquella tormenta.
“Hace dos años sufrimos una tragedia y hoy, todos estamos muy contentos por haber logrado una clasificación histórica”, afirma Jaume Soler, el presidente del CD Cardassar. Cualquier rival en la primera ronda de la Copa será un premio gordo, pero el dirigente de la entidad balear asegura a Efe que sería “un placer” recibir en la isla a Osasuna. “Sería un bonito gesto por nuestra parte agradecer en ese partido toda la gran ayuda recibida desde el Osasuna tras el temporal que hace dos años arrasó nuestra ciudad y el campo de futbol”.
Dos años después de aquellos destrozos que dejaron inutilizable su estadio, Es Moleter “está preparado” para ser sede de una eliminatoria de la Copa del Rey, asegura su presidente. “El aforo es de 600 espectadores, pero nos ceñimos a la normativa de emergencia sanitaria (por el coronavirus) y cuando las gradas están al 75 por ciento, cerramos las puertas. En el partido ante el Épila los socios entraron gratis, y en el campeonato cobramos diez euros”, detalla el directivo. El Cardassar no olvida, pero recupera la sonrisa.
La ayuda de Osasuna no fue la única que recibió el CD Cardassar tras aquella desgracia. El presidente de la Federación de Fútbol de Baleares (FFIB), Miquel Bestard, y su homólogo del RCD Mallorca, Maheta Molango, entregaron al vicepresidente del CD Cardassar, Biel Servera, un talón por valor de 32.986 euros, suma recaudada en el partido benéfico que el 13 de noviembre enfrentó al club bermellón con una selección de futbolistas baleares en el estadio Son Moix para ayudar a los afectados por las lluvias torrenciales. La Real Federación Española de Fútbol donó 100.000 euros a los damnificados por la riada.
