Un buque de la Guardia Civil trasladó ayer hasta Canarias la decena de cadáveres encontrados a bordo de un cayuco semihundido que fue hallada por Salvamento Martímo el miércoles a 81 millas al suroeste de Canarias, lo que representa unos 130 kilómetros. Esta tragedia se suma a las que viene acumulando el archipiélago tras
su definitiva reactivación como punto de destino de la ruta migratoria
que ha sustituido a la Mediterránea, donde la redoblada eficacia de Marruecos bloquea la inmensa mayoría de los intentos de salida de pateras rumbo a las costas españolas.
De la peligrosidad de esta ruta da cuenta que, en lo que va de mes, en las islas se ha registrado la llegada irregular de 212 inmigrantes y se ha dado por muertos o por desaparecidos a entre 115 y 117 personas que lo intentaron.
Ayer no habían trascendido datos sobre el punto de partida del cayuco siniestrado ni en relación a la procedencia de sus ocupantes. el Delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, lamentó ayer la tragedia. «Ahí vemos el drama de la inmigración, el verdadero drama de la inmigración es la importante cantidad de personas que pierden la vida en ese intento de buscar una vida mejor», dijo.
Hace dos semanas se contabilizaron 44 muertos al naufragar tres embarcaciones con inmigrantes que partieron desde Tarfaya, Dajla (Marrucos) y Nuadibú, (Mauritania). Además se dió por desaparecida una barca que se cree llevaba hasta 63 personas a bordo.
