China confirmó planes para hablar pronto con funcionarios estadounidenses y revisar el progreso de su acuerdo comercial preliminar, un compromiso poco común entre las economías más grandes del mundo a medida que las relaciones se deterioran en otros temas que van desde los derechos humanos en Hong Kong hasta el dominio tecnológico.
Las dos naciones se mantendrán en contacto a corto plazo, señaló este jueves el portavoz del Ministerio de Comercio, Gao Feng, en Beijing, cuando se le preguntó si la reunión se llevará a cabo. Gao no anunció una fecha exacta ni dio más detalles.
Se esperaba que ambas partes hablaran el fin de semana pasado durante una revisión de seis meses desde que el acuerdo, firmado en enero, entró en vigor el 15 de febrero. Hablando en Arizona a principios de esta semana, el presidente Donald Trump dijo que había cancelado esos planes porque no está contento con China por su implicación en la pandemia de COVID-19.
“No quiero lidiar con ellos ahora. Con lo que le hicieron a este país y al mundo, no quiero hablar con China en este momento”, manifestó.
Cuando se le preguntó si se retiraría del acuerdo, declinó responder. “Ya veremos. Veremos qué pasa”, añadió Trump.
Las acciones chinas se han desplomado esta semana, el oro se ha mantenido cerca de un máximo histórico y el dólar tocó un mínimo de dos años en medio de una creciente preocupación por las tensiones entre Washington y Beijing.
Larry Kudlow, el principal asesor económico de Trump, dijo el 13 de agosto que el acuerdo comercial iba bien, repitiendo los comentarios que había hecho esa misma semana y descartando preocupaciones de que las crecientes tensiones pudieran perjudicar el acuerdo.
Entre los temas a discutir están las compras rezagadas de productos agrícolas de China. Trump ha elogiado los recientes esfuerzos de China para importar maíz y soja estadounidenses.
Greg Gilligan, presidente de la Cámara de Comercio estadounidense en China, mencionó esta semana que si bien las compras de China podrían estar sucediendo más rápidamente, “hay un compromiso absoluto y un progreso que está ocurriendo”.
“Ambas partes reconocen que el acuerdo es realmente lo que mantiene unida la relación”, declaró Gilligan.
Aún así, el apoyo férreo a Trump entre los agricultores estadounidenses se está perdiendo por su manejo del brote de coronavirus, según una encuesta realizada por el editor agrícola DTN Progressive Farmer.
Una encuesta de al menos 500 agricultores mostró que 71 por ciento planeaba votar por él en noviembre, frente al 89 por ciento de abril, reportó DTN el miércoles en un comunicado. Los datos revelaron que 43 por ciento estaba satisfecho con la respuesta a la pandemia, una caída desde 84 por ciento.
Agricultores y ganaderos se mantuvieron leales a Trump incluso cuando la guerra comercial que libró contra China afectó las exportaciones de soja, algodón y carne de cerdo. El virus afectó a empresas en muchos estados rurales de EU, provocando cierres que sacudieron los mercados agrícolas cuando las plantas de etanol cerraron y luego los mataderos cuando los trabajadores se enfermaron.
