El primer movimiento del Atlético de Madrid en este extraño mercado de verano ha sido de entrada, la contratación de un prometedor guardameta internacional de 24 años, Ivo Grbic. Un gigante croata de casi dos metros en el que el club rojiblanco, además de un suplente de garantías para Jan Oblak, busca el recambio de futuro para el esloveno, cuyo contrato finaliza en 2023 y al que varios clubes de la Premier League continúan sin quitar ojo.
La economía, más que nunca, marca este año el mercado en el Atlético de Madrid, que solo realizará tres o cuatro fichajes, según anunció Miguel Angel Gil Marín, consejero delegado, en una reciente entrevista con Efe. La primera llegada fue ayer la de Ivo Grbic, un croata que suena poco a nivel internacional porque su club, el Lokomotiv Zagreb, no es un habitual en las competiciones europeas. El nuevo portero rojiblanco, que destaca por su altura (1,96 metros), sus reflejos y su poderío en el mano a mano, ha resultado fundamental para que su equipo lograra el subcampeonato en el último campeonato croata, superando en la clasificación a históricos como el Rikeja o el Hajduk Split, la entidad en el que se formó. Grbic firma hasta 2024 y su traspaso ronda los ocho millones de euros, incluyendo variables, la mitad de lo que se pagó al Benfica por Jan Oblak en el año 2014.
Aunque se había interesado por guardametas de un perfil más curtido, como el del serbio Dmitrovic (Eibar), el Atlético ha apostado finalmente por la juventud del croata. Internacional en todas las categorías inferiores, sus buenas actuaciones en el pasado curso le han valido la llamada del seleccionador absoluto, Zlatko Dalic, para los próximos partidos de septiembre contra Portugal y Francia. Con el fichaje de Grbic, el club madrileño da un volantazo a la política que ha mantenido en los últimos años con el segundo guardameta de su equipo, por el que han ido desfilando veteranos como Dani Aranzubia, Miguel Ángel Moya o Antonio Adán, que ayer se despidió después de finalizar contrato. Porteros experimentados como alternativa para jóvenes como Courtois, en su día, y Oblak, un jugador cuyo futuro desata inquietud en la entidad madrileña.
Oblak, uno de los jugadores mejor pagados de la plantilla, tiene contrato hasta 2023 y una cláusula de rescisión prohibitiva de 120 millones de euros. Aunque el coronavirus ha frenado las locuras en el mercado de fichajes del fútbol, en el Atlético no están tranquilos del todo y temen que clubes como el Chelsea o el PSG puedan tirar de cartera este mismo verano.
Aprender junto al esloveno
En cualquier caso, Jan Oblak, con una ficha de diez millones por temporada, finaliza su contrato dentro de dos años y no parece nada fácil que el Atlético le pueda convencer para ampliar su relación, por lo que el club ha buscado en Ivo Grbic un portero con un físico y unas cualidades similares a las del esloveno por lo que pueda pasar. El objetivo es que se curta este año junto a él y tener preparado el relevo en el caso de no poder retener a Oblak. «Es un paso muy importante para mí. Aprenderé en cada entrenamiento de uno de los mejores porteros del mundo. Para mí, es el mejor. Oblak viene de Eslovenia, que está cerca de Croacia, he hablado con él. Aprendo cada día. Esa es mi filosofía», afirmó el nuevo portero del Atlético en declaraciones a la web del club. La operación de su fichaje incluyó el traspaso del brasileño Álex Dos Santos, meta de la cantera, al Lokomotiv Zagreb.
Adán, tras desvincularse ayer del Atlético, fue anunciado ayer como nuevo jugador del Sporting de Portugal. «Muchos no entendieron que hace dos años viniera al Atlético, pero debo decir que fue una de las mejores decisiones de mi vida. He crecido como persona y como profesional», afirmó en su mensaje de despedida.
