Al actor Tom Hanks lo conocemos todos muy bien, en cambio el personaje real que interpreta es un descubrimiento, Fred Rogers, una figura queridísima de la televisión americana que hizo un programa infantil durante tres décadas. La película que firma Marielle Heller consigue una simbiosis entre ambos llena de encanto y autenticidad: a Tom Hanks siempre le pegan bien sus papeles, pero este de Fred Rogers es puro velcro con su personalidad de actor revestido de honestidad.
El hilo conductor para llegar hasta la figura de Rogers es la entrevista que le hizo el periodista Tom Junod (en la película, Lloyd Vogel) y que fue portada de Esquire, y accedemos a la peculiar manera de ser, su sencillez, bondad y amabilidad, a través de la mirada irritada del periodista y de la relación de amistad que fructificó entre ellos. No hay demasiado desarrollo argumental, pero sí una notable emoción en cada momento de Hanks, que vive su personaje como Johnny Weissmuller vivía el suyo, y una puesta en escena con raspaduras naif y con una capacidad muy directa para llegar sin piruetas al corazón. A película vista, puede dar la impresión de que se queda corta en su vistazo de Fred Rogers, de que admitía más seguimiento, acercamiento e incluso otros puntos de vista además del de Junod. Pero no es un biopic, sino más bien un pequeño altarcito para alguien realmente extraordinario.
Valoración de ABCPlay
Oti Rodríguez Marchante