La depresión en el sector turismo causada por la pandemia de COVID-19 en México generó que las empresas que rentan autos tuvieran que ‘estacionar’ al 75 por ciento de su flotilla ante la falta de clientes, estimó el presidente de la Asociación Mexicana de Arrendadoras de Vehículos (AMAVe), Mauricio Medina.
En México existe un parque vehicular de 35 mil automóviles para renta diaria, de los cuales solo cerca de 8 mil 750 unidades están activas, lo que significa que cerca de 26 mil 250 vehículos salieron de circulación por la caída en la demanda del arrendamiento, según estimaciones y datos de Rentcars y AMAVe, que aseguran que las empresas viven una crisis financiera.
En abril y mayo, cuando comenzó la emergencia sanitaria en México, las arrendadoras automotrices operaron con 10 por ciento de sus unidades y a la fecha mantienen apenas 25 por ciento de sus coches en marcha.
“Cuando comenzó la pandemia solo operaron con 10 por ciento de su capacidad, esto duró entre los meses de abril y mayo. Hoy están alrededor de 25 por ciento en promedio, no se prevé que se recupere en el corto plazo el sector turístico y desafortunadamente no hay apoyo del gobierno”, dijo.
Empresas como AVIS, Alamo, National Car, entre otros, bajaron costos de operación para sobrevivir y también está el caso de Hertz que inició un proceso de reestructura de deuda apegándose a la ley de bancarrota de Estados Unidos.
Mauricio Medina dijo que en el Aeropuerto Internacional de la CDMX les dijeron que la renta de estacionamiento de los autos la podrían pagar hasta septiembre, pero, aclaró que eso no ayuda, “porque no hay capital, otros grupos aeroportuarios nos permiten incluso solo pagar lo que se usa”.
Joe Ferraro, director general de AVIS a escala mundial, explicó que en marzo buscaron eliminar 400 millones de dólares en costos a medida que se desarrollaba la pandemia, pero a la fecha la meta es alcanzar hasta 2 mil 500 millones de dólares en ahorros anuales.
En línea con el ahorro de costos, ante la baja demanda de renta, algunas empresas en México vendieron vehículos que no usaban para bajar costos dedicados a mantenimiento de las unidades, lo que puso mayor presión en el mercado automotriz del país que cae a ritmos superiores a 30 por ciento.
“La caída del turismo y viajes de negocio afectó gravemente al arrendamiento de vehículos. Disminuirán las ventas de vehículos a este canal contribuyendo a la crisis del sector (…) Parcialmente al incrementar la oferta de vehículos usados podría deprimir precio de vehículos usados y con ello retrasar la venta de quienes requieren desincorporar el usado para adquirir un auto nuevo”, dijo Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
En el primer semestre de 2020, cifras de la AMDA muestran que se vendieron 72 mil 942 automóviles a firmas de flotillas, entre ellas las de renta de autos, lo que significó una caída de 22.9 por ciento frente a lo reportado en el mismo lapso de 2019.
Sin embargo, el segmento de flotillas representa 16.7 por ciento del total de autos vendidos entre enero y junio de 2020, porcentaje mayor al 14.8 por ciento que pesó en los primeros seis meses del año pasado.
“Este segmento (empresas de renta de autos) buscarán autos con menor costo de mantenimiento y que la marca asegure un mejor rendimiento en el motor, las personas que rentan autos no buscan vehículos de lujo, sino que sean útiles para sus actividades”, comentó Brais Alvarez Gallardo, Automotive Account Manager de J.D. Power de México.
A diferencia de la renta de autos, el préstamo de camiones y camionetas creció en la pandemia, impulsado por el e-commerce y mayor movimiento de productos perecederos en supermercados.
La asociación reportó en el segundo trimestre de 2020 la renta de 225 mil 724 unidades, cifra 19 por ciento mayor comparado con el mismo lapso de 2019.
“El 73 por ciento de estas unidades se encuentran con arrendamiento puro, esquema que creció el 2 por ciento contra el trimestre pasado”, describió Medina.