La situación precaria que viven, por lo general, los jóvenes españoles les ha empujado durante los últimos años a una creciente demanda de los pisos compartidos. Alejados de la posibilidad de comprar una vivienda o de residir, en alquiler, solos por los altos precios que se pagan, la media de edad del demandante en España de esta alternativa se ha situado entorno a los 31 años. Un mercado en auge (un 32,3% más de oferta en el último año) que, sin embargo, no ha experimentado las mismas consecuencias según qué parte del país. Mientras en las grandes ciudades, los precios de estos alquileres han bajado, en las pequeñas capitales de provincia han experimentado una considerable subida, según muestra un estudio de Idealista.