Los trabajadores de La Pedrera, uno de los principales atractivos turísticos de Barcelona, han reanudado este lunes una huelga convocada el pasado 3 de agosto contra la empresa «Servicios Personales Transversal FCLP SL» y la «Fundación Catalunya La Pedrera». Aunque los empleados de este edificio modernista tienen varios motivos para su protesta, uno de los más impactantes es la prohibición de sentarse durante su jornada laboral, de hasta once horas.
«Hay dos sillas en toda La Pedrera y está prohibido sentarse... Si saliera a la prensa que en cualquier prisión del estado español los presos deben estar de pie durante jornadas de once horas bajo el sol, o que tienen sillas en la celda pero no los dejan sentarse, habría todo un escándalo: sería considerado con razón una práctica degradante y contraria a la integridad física», explicó recientemente el sindicato Solidaritat i Unitat dels Treballadors (SUT) en un comunicado. Los impulsores del paro señalan que esta situación anormal es especialmente grave para quienes tienen el cometido de tomar la temperatura a los visitantes a las puertas del edificio. «Toda la jornada bajo el sol de pie sin hacer ni una sola rotación. Incluso el medidor de temperatura se ha estropeado del calor del sol directo», afirman.
Según informó ayer el portal de información local «Betevé», la huelga se detuvo el pasado 4 de agosto al ver que la empresa cedía en una serie de puntos como la conversión de toda la plantilla a contratos indefinidos, la abolición de las jornadas de 11 horas y la localización de taburetes para sentarse. No obstante, según el SUT, la reivindicación se suspendió en espera de si la empresa seguía cumpliendo sus compromisos, sobre todo en cuanto a la elaboración de los calendarios laborales anuales.
