El primer ministro Boris Johnson, junto a su prometida Carrie Symonds, y su hijo de tres meses Wilfred, ha puesto rumbo a Escocia para disfrutar de unos días de descanso, según han adelantado varios medios ingleses. Lo que más ha llamado la atención de sus vacaciones ha sido su plan: ir de camping.
Llama la atención puesto que hasta la fecha, el primer ministro y su prometida habían optado por una estancia algo más lujosa, como su escapada a Mustique. Pero el coronavirus ha cambiado las costumbres de Boris Johnson y quizá quiera dar ejemplo a los ingleses fomentando el turismo interior.
Aunque desde Downing Street no han ofrecido ningún dato sobre el lugar exacto de Boris Johnson y su prometida o sobre la estancia, lo que sí se conoce es que se espera que regresen a finales de agosto. Lo que está claro es que serán unas vacaciones muy diferentes para la pareja de comprometidos.
«Boris no sabe cocinar y a Carrie solo le gustan las lujosas villas», ha comentado una exnovia de Boris, Petronella Wyatt, asegurando con sarcasmo que estas vacaciones podrían dinamitar la pareja. De momento, la boda está pospuesta por la pandemia del coronavirus.
