Aunque los nacimientos entre madres de 10 a 19 años bajaron, según el Inegi, se reforzó la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo Adolescente.
La alerta es porque podría complicarse el acceso a métodos anticonceptivos.
A mediados de diciembre pasado, afuera del Hospital Materno Infantil “Esperanza López Mateos” en Guadalajara, Alondra y María, gemelas de 14 años de edad, contaron que los hijos de ambas nacerían en los próximos días. Las dos se convertirían en mamás a su corta edad.
En 2018, la Secretaría de Salud en Jalisco registró 461 partos de niñas menores de 15 años en el Estado, lo que significa que, en promedio, al menos una niña al día se convirtió en madre.
La situación continuó el año pasado, pues hasta septiembre, 380 niñas acudieron a una consulta a las clínicas de la Secretaría Salud por un embarazo y se registraron 82 partos de menores de 15 años en los hospitales de los Servicios de Salud.
Entre los años 2010 y 2018, el porcentaje de nacimientos registrados de madres adolescentes menores de 20 años se redujo en Jalisco: pasó de 17.2 a 16.1, respectivamente, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con el secretario de Salud, Fernando Petersen, de ese total, 483 son menores de 15 años.
Para atender esta problemática, durante el año pasado la Secretaría de Igualdad Sustantiva Entre Mujeres y Hombres recibió 2.5 millones de pesos de la Federación a través del Fondo Proequidad.
En este documento se destaca que Jalisco fue una de las Entidades que registró más visitas al portal comolehago.org, que contiene información basada en evidencia científica que puede ayudar a las menores a tomar decisiones respecto a la prevención del embarazo no planeado, la protección contra las infecciones de transmisión sexual y el ejercicio sus derechos sexuales y reproductivos.
Reconoció que, en 2018, el Estado ocupó el quinto lugar entre las Entidades con mayor número de nacimientos de madres menores de 20 años, con 19 mil 896 casos, sólo por debajo del Estado de México (47 mil 035), Puebla (23 mil 138), Veracruz (22 mil 551) y Guanajuato (20 mil 258). Pese a esto, se aclara que se ubica en los últimos lugares en la tasa de fecundidad.
Debido a que el confinamiento y la reconversión de los hospitales por el COVID-19 podrían afectar el acceso a los métodos anticonceptivos y provocar un retroceso de la Estrategia para la Prevención del Embarazo Adolescente (Enapea), que inició hace cinco años, las autoridades federales diseñan una segunda fase para reforzar las acciones y reducir las estadísticas.
“Para que la estrategia no sea opacada por la pandemia, venimos actualizando al personal de los 32 Consejos estatales de población sobre las tendencias de la tasa de fecundidad adolescente, así como los efectos previsibles por la pandemia”, declaró la secretaria general del Consejo Nacional de Población (Conapo), Gabriela Rodríguez.
Esa baja podría verse afectada, pues se estima que durante la contingencia sanitaria actual se registrarán 21 mil 575 embarazos no planeados entre adolescentes.
Por parte del Instituto Nacional de las Mujeres, su titular Nadine Gasman destacó que se impulsan estrategias de prevención a la violencia sexual y el acceso a la interrupción voluntaria y legal del embarazo, cuando sean producto de una violación.
“Es un instrumento práctico, con recursos que permiten darle un poquito de dientes y energía a la estrategia nacional”.
El confinamiento por el COVID-19 provoca que la ciudadanía no acuda a los servicios de salud sexual y reproductiva por miedo a contagiarse, lo que provocará un aumento de 20% en los embarazos no deseados, según las estimaciones del Consejo Nacional de Población (Conapo).
Para combatir el problema, Rodríguez subrayó que durante este mes se reunirían con los Consejos estatales para que informen las acciones que están desarrollando para atender el tema en el contexto del nuevo coronavirus en México.
En este último, la titular del Instituto Nacional de las Mujeres, Nadine Gasman, declaró que para apoyar los esfuerzos locales, actualmente se cuenta con el Fondo para la Salud y el Bienestar de las Mujeres, antes Proequidad, que desde el inicio de la presente administración se decidió focalizarlo en la erradicación del embarazo infantil y adolescente.
“Acabamos de sacar, por segundo año, este fondo. Es el único que va a los Estados y municipios. Son 88 millones de pesos”.
El estudio “Consecuencias socioeconómicas del embarazo adolescente en México”, elaborado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), revela que éstos son los recursos que deja de percibir el país por la pérdida de ingresos, empleo y actividad laboral por embarazos en menores de 18 años.
“Se estima que en 2018 se atendieron 301 mil 634 nacimientos de adolescentes de entre 10 y 19 años, en los establecimientos del sistema nacional de salud”.
El costo promedio por cada parto atendido fue de 19 mil 509 pesos. En éstos se incluyen los cuidados prenatales y, durante el parto, las complicaciones obstétricas y las atenciones del recién nacido.
El gasto total por parte de las familias mexicanas fue de mil 800 millones de pesos.
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Salud
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JL