WASHINGTON DC, agosto 17.— Poco después de que ambas cámaras del Congreso de Estados Unidos aprobaran un presupuesto del Departamento de Defensa de 740 000 millones para el año fiscal 2021, los funcionarios del Pentágono están presionando por más de 2 000 millones en recortes a la atención médica militar durante los próximos cinco años, con lo que potencialmente amenazan la cobertura de millones del personal militar y sus familias en medio de una pandemia global.
La publicación Político informó el domingo que el recorte propuesto de 2 200 millones de dólares al sistema de salud militar es parte de un «esfuerzo de barrido» del Secretario de Defensa Mark Esper para «eliminar las ineficiencias dentro de las arcas del Pentágono».
«¿Alguna vez has notado que nunca es un corte a las cosas usadas para enviar a los muchachos a la guerra?», preguntó Josh Moon, del Reportero Político de Alabama. «Siempre es, siempre, un corte a las promesas que hacemos para conseguir que se ofrezcan como voluntarios para nosotros. Qué desgracia».
Según Politico, «Esper y sus ayudantes han argumentado que el sistema de salud privado de Estados Unidos puede recoger» a cualquier miembro del servicio que pierda la cobertura.
«Aproximadamente 9,5 millones de efectivos en servicio activo, jubilados militares y sus dependientes dependen del sistema de salud militar, que es el extenso marco de salud dirigido por el gobierno de los militares que opera cientos de instalaciones en todo el mundo», señaló Politico.
«El sistema de salud militar también proporciona atención a través de TRICARE, que permite al personal militar y a sus familias obtener atención médica civil fuera de las redes militares», agregó.
El representante Mark Pocan (D-Wis.), copresidente del Caucus Progresista del Congreso, dijo que el impulso de miles de millones en recortes de atención médica muestra una vez más que el Pentágono «pone más esfuerzo en proteger los beneficios de los contratistas de defensa que las vidas de nuestras tropas».
Junto con la Representante Barbara Lee (Democrata por California), Pocan co-patrocinó una enmienda a la Ley de Autorización de Defensa Nacional que habría recortado el presupuesto propuesto de 740 000 millones en un 10 por ciento sin tocar el programa de salud militar.
La enmienda fracasó el mes pasado por una votación de 93-324, con 139 demócratas que se unieron a 185 republicanos en la votación de una enmienda complementaria en el Senado dirigida por el senador Bernie Sanders (Independiente por Vermont) y Ed Markey (Democrata por Massachusets) que tampoco pudo aprobarse.
Funcionarios anónimos del Departamento de Defensa dijeron a Politico que, si se aprueba, los recortes «podrían destripar efectivamente el sistema de salud del Pentágono», lo que aumenta en las filas rápidamente el número de los no asegurados.
Un estudio publicado el mes pasado por el grupo de defensa Families USA encontró que al menos 5,4 millones de estadounidenses han perdido su seguro de salud durante la pandemia de coronavirus.
Politico informó que los recortes propuestos por 2 200 millones incluyen «eliminar todos los dólares básicos de investigación para la atención de víctimas de combate, enfermedades infecciosas y medicina militar (para Uniformed Services University of the Health Sciences), así como cortar fondos operativos».
«Lo que se ha propuesto sería devastador», advirtió un alto funcionario desde el anonimato.
