Mi hija esta engordando ¿qué hago?

Muchas madres se sienten acongojadas cuando ven que sus hijos están gorditos. Se nos ha dicho por mucho tiempo que estar gordo es señal de que algo va muy mal, cuando en realidad poco tiene que ver el volumen de nuestros hijos con su salud. A menudo nos preocupamos y comenzamos a restringirlos… sin saber cuáles serán las consecuencias.

Restringir a tus hijos no es buena opción

Los llevamos a un nutriologo o bien empezamos la dieta de moda. Lamentablemente hoy en día muchos nutriologos no comparan el daño que puede hacer una dieta restrictiva con los niños a lo que sería una buena alternativa como educar a comer. Todos venimos a este mundo con un umbral de saciedad y es responsabilidad de los padres lograr que este umbral se mantenga desde que son bebés hasta la adolescencia. Puede que tu hijo se este pasando de la raya con la comida pero hay muchas cosas que pasan alrededor de la comida. Puede que se esté comiendo emociones, que tenga problemas en la escuela. Para ello es mucho mejor hablar con nuestros hijos, para dejar que la comida no sea el escape emocional. Tu hijo ha llegado a esta vida con una predisposición genética y no todos son flacos ni altos o chaparritos. Todos somos diferentes y tenemos que aceptar el hecho de que el tamaño nada tiene que ver con la salud, un examen médico te lo puede comprobar.

Consecuencias físicas y emocionales de poner a dieta a tus hijos

• Puedes afectar su ritmo de crecimiento
• 1 de cada 4 niños que hacen dieta caen en un trastorno alimenticio. Aguas el daño comienza con el “tu no puedes comer eso”. Dejemos de convertir la comida en el centro de la atención de toda la familia.
• Sabías qué: Nacemos con un número de células adiposas desde que nacemos para toda la vida. Pero aguas por que si le quitas comida a tu hijo, su cuerpo puede actuar por la restricción entonces creará más células adiposas para defenderse. Esto quiere decir que tu dieta de pollo asado no le va a ayudar en nada.
• Hacer dieta puede llevarlos a una vida de insatisfacción corporal. Cuando es muy probable que tu hijo este sano y una vez que tu le ofrezcas alimentos más sanos el solito va a cambiar de alimentación conforme a lo que necesite su cuerpo.
• Puedes causarle mala autoestima. Estar a dieta en la infancia no es normal, tampoco es sano para ellos ni física ni mentalmente.

¿Qué hacemos?

Hay muchas formas en las que mamá y papá pueden ayudar:

• Ofrecele un tipo diferente de alimentación sin imponersela. Trae a la mesa diferentes combinaciones, no cosas light sino alimento que realmente nutra.
• No le digas que no a los aderezos, leche, queso, deja que tu hijo disfrute la comida. Los nutrientes de los alimentos se van a absorber de la misma forma con o sin aderezo.
• Deja que se coma las papas, ella no va a comer papas toda su vida. En algún momento su cuerpo va a pedirle más cosas y conforme ella tome consciencia de que le hace mejor se va a regular.
• Si ves que tu hija come con mucha desesperación o en cambio no come nada. Llévala con el psicólogo antes de con el nutriologo. A veces la comida es donde guardamos todos nuestros problemas.
• Hazle saber que su cuerpo esta bien , eso le reforzará el autoestima.
• Sé un buen ejemplo para tus hijos. No es normal que una niña de menos de 10 años no se sienta a gusto con su cuerpo. Probablemente te esté imitando, está reflejando tus inseguridades.
• Lleva la atención de las conversaciones en casa lejos de los trastornos alimenticios. Es tiempo de hablar de libros, entretenimiento, cultura, viajes, cualquier cosa. No del cuerpo de fulana, el cabello de sutana.
• Promueve el ejercicio, lleva a tus hijos a explorar que les gusta hacer. Incluso si es aprender a tocar guitarra. Para tocar un instrumento tu cuerpo también quema calorías.

Dejemos de crear personitas con trastornos alimenticios. Dejemos que nuestra alimentación sea tan instintiva como cuando somos bebés. Aceptando que no todos comemos los mismo, ni la misma cantidad y eso es normal y humano.

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