Arturo Vidal es un coleccionista de Ligas. Las ha conquistado en todos los equipos en los que ha estado, tanto en Alemania, en Italia como en España. No obstante, el chileno aún no ha logrado incluir en su palmarés la Champions League, trofeo que le obsesiona y que espera conquistar este año. A sus 33 años sabe que se le acaban las oportunidades y ahora se enfrentará al Bayern de Múnich, su exequipo en el camino hacia las semifinales. El día que estampó su rúbrica en el contrato que debía unirle al Barcelona durante las siguientes tres temporadas expresó cuáles eran sus prioridades. Y una de ellas era la Champions League. Hoy podría ser titular ante su exequipo, en el que sería el regreso a la máxima competición continental tras cumplir el partido de sanción ante el Nápoles.
No hay que olvidar que sus actuaciones en Múnich fueron las que provocaron el interés de los técnicos del Barcelona. En el Camp Nou ha generado criticas por su estilo de juego, bastante distante al estilo azulgrana. No obstante, hay que tener en cuenta que fue Pep Guardiola el que le reclutó para el Bayern cuando el catalán firmó por el equipo teutón. El primer año disputó un total de 41 partidos. Al curso siguiente, con Ancelotti, 35 y el último, 30. Hoy se verá las caras con viejos conocidos con los que guarda buena amistad: Neuer, Rafinha, Boateng o Thiago, motivo por el que conoce bien los puntos débiles y fuertes del rival. Su obsesión por la Champions es tan elevada que se ha reservado un hueco en su tatuado cuerpo para darle cabida al dibujo de la orejona cuando la gane. Su compromiso con el Barcelona es elevado. Tanto que ha manifestado su intención de cumplir su contrato y quedarse la próxima temporada a pesar de no ser un futbolista fijo en las alineaciones de Setién.
«Es el partido más importante del año. Tengo confianza de que este torneo será nuestro. Sabemos lo dificil que va a ser. Nosotros somos el Barcelona, somos el mejor equipo del mundo, y si hacemos lo que tenemos que hacer, pasaremos. Trataremos de dejarlo todo en el campo», aseguró ayer, pocas horas antes de medirse al Bayern, favorito en este partido. «He escuchado, pero no he tomado mucha atención. Conozco a la gente del Bayern, a los jugadores, y lo que se habla fuera no es lo que piensan los jugadores. Tienen mucha confianza, pero mañana no juegan contra los equipos de la Bundesliga, juegan contra el Barcelona, el mejor equipo del mundo», insistió el chileno, respondiendo a las bravuconadas de los alemanes, que se sienten favoritos en esta eliminatoria. «Somos el mejor equipo del mundo, pero en la Liga, en los últimos partidos, no lo reflejamos en el campo, por eso la perdimos. Tenemos todo el talento, tenemos a Leo, tenemos a los mejores jugadores, y si nos conectamos y hacemos las cosas bien, podemos ganar a cualquiera. El Barcelona es el mejor equipo del mundo y mañana queremos demostrarlo», aseguró.