El ministro de Salud italiano, Roberto Speranza, anunció este jueves que las personas que provengan de Croacia, Grecia, Malta y España deberán someterse a pruebas obligatorias de detección de COVID-19, ante el riesgo de que sucedan nuevos rebrotes por casos importados.
Hasta el momento, solamente diez países tienen permiso de entrar a Italia sin restricciones debido a que sus números del coronavirus se mantienen bajos y estables.
Cuando el gobierno de China admita visitantes de la Unión Europea, esta hará lo mismo en reciprocidad.
Cuatro países han sido eliminados desde que se publicó la lista de permitidos por primera vez en junio: Argelia, Serbia, Macedonia y Marruecos.
Personas procedentes de países con altas tasas de COVID-19, como Estados Unidos, México, Colombia, India, Rusia, Argentina y demás no tienen permitido ingresar.
En primer lugar, las restricciones de viaje se basan en la procedencia de la persona, no en el pasaporte con que viaje. Por lo tanto, a un ciudadano no perteneciente a la UE que viaje desde Francia, por ejemplo, se le permitiría ingresar a Italia porque no existen restricciones de salud en la frontera franco-italiana.
Tampoco están afectados por las restricciones los ciudadanos de fuera de la UE que sean resistentes permanentes en territorio italiano, pero deberán mostrar un documento de residencia permanente en la frontera.
Los viajes esenciales se han permitido durante todo el bloqueo y esto continúa, aunque la definición de viaje esencial a la UE es más estricta que las reglas individuales de muchos países.
Más allá de las restricciones o impedimentos de ingreso, estas son las personas que pueden ingresar al bloque europeo aduciendo que su viaje es esencial: