MIAMI, Estados Unidos. – Este jueves el preso político Maikel Herrera Bone se declaró en huelga de hambre para exigir atención médica apropiada. El miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) informó su decisión a través de una llamada telefónica que realizó desde la prisión Güines a Zaqueo Báez, coordinador del grupo opositor en la capital cubana.
Herrera Bone cuenta que los médicos del penal le han recetado más de 10 tipos de antibióticos por los forúnculos que tiene en diferentes partes del cuerpo. Sin embargo, ninguno ha sido el adecuado. Por su parte, el continuo suministro de medicamentos le ha debilitado más el sistema inmune, asegura.
Pese a que las autoridades del centro penitenciario no le han negado atención médica, el preso político afirma que los médicos que le han atendido cómo atender a un paciente con VIH, el cual es su caso.
En abril, cuando Herrera Bone fue trasladado hacia la prisión de Güines, tenía un cuadro clínico preocupante. Presentaba un déficit de glicoproteínas y mantenía sus células CD4 en niveles muy bajos. En ese momento, había concluido una huelga de hambre que sostuvo por 14 días.
“En aquel entonces los médicos le dijeron que estaba vivo de milagro con todas esas complicaciones. Ahora, con la deficiente atención médica, el confinamiento, los malos tratos y la pésima alimentación lo están asesinando lentamente”, denunció a CubaNet Zaqueo Báez.
Herrera Bone “pide ser trasladado hacia un hospital donde de verdad tengan los medicamentos que él necesita. Va a llegar, según me dijo, hasta las últimas consecuencias”, señaló Báez.
El opositor, quien también es promotor de Cuba Decide, fue arrestado el 16 de abril en su vivienda después de manifestarse pacíficamente contra el Gobierno, debido a frecuentes cortes del fluido eléctrico que se realizaron en su zona de residencia.
Inicialmente, fue acusado por la Policía del supuesto delito de “desacato”. El 23 de abril, día para el que fue previsto inicialmente el juicio en su contra, su presunto delito fue modificado por el de “atentado”.
El pasado 7 de agosto, luego de 40 días en huelga de hambre, murió en la sala de penados del hospital Amalia Simón el opositor Yosvany Arostegui Armenteros, quien se encontraba recluido en la prisión Kilo 7 de Camagüey.
En el transcurso de este año, más de 10 presos políticos miembros de la UNPACU han realizado varias huelgas de hambre y de sed para demandar respeto a sus derechos, el cese de tratos crueles e inhumanos e incluso su inmediata libertad. Entre ellos destacan los casos de la joven Keilylli de la Mora, Edilberto Arzuaga Alcalá y Eider Frómeta.
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