Durante décadas se habló de la idea de
unir Sicilia y la Italia
peninsular
. Se convirtió en una telenovela que duró más de 100 años. Ahora puede empezar a concretarse. Un puente sobre el estrecho de Mesina, para unir Calabria con la isla de Sicilia, fue el gran sueño del que habló con frecuencia Silvio Berlusconi. El exprimer ministro no pudo contar con dinero para esa obra gigantesca de un puente colgante sobre el estrecho de Mesina, y la idea se archivó en el 2013.
Ahora, el primer ministro, Giuseppe Conte, sueña con el proyecto de un túnel submarino en el estrecho de Messina. Considera que es una solución mejor que la del puente. Conte sí dispondrá de financiación, gracias a los 209.000 millones de euros de subvenciones y préstamos que llegarán a Italia del Fondo europeo de recuperación del coronavirus. Lo anunció Giuseppe Conte en una visita realizada a su región de Apulia, en el tacón de la bota de Italia: «Debemos realizar la red de alta velocidad en toda Calabria y luego en Sicilia. Tenemos que plantearnos el problema de esta conexión (Sicilia-Calabria). Hay milagros de la ingeniería, hemos hecho uno en Génova (el puente de San Giorgio inaugurado el pasado 3 de agosto), y en el estrecho de Messina debemos pensar en un milagro de la ingeniería». De inmediato le hizo eco el subsecretario del ministerio de Infraestructuras y Transportes, el siciliano Giancarlo Cancelleri: «Este podría ser el proyecto de infraestructuras más importante en Italia en los últimos 50 años».
En la actualidad, los trenes desde la península llegan a Sicilia deben colocarse sobre los raíles habilitados en las bodegas de los transbordadores y se transportan a través del estrecho hasta Mesina.
El proyecto del túnel
Ya existe la idea de un túnel submarino de 4 kilómetros, a 150 metros de profundidad. El proyecto lo presentó en el 2017 el ingeniero Giovanni Saccà. Y ahora vuelve a defenderlo: «Es poco probable que 4 km de túnel puedan costar más que el puente de 3.300 metros». Los tiempos de viaje serían mejores (unos 15 minutos entre el centro de Messina y el centro de Reggio Calabria) y menores costes de gestión, mantenimiento y peajes.
En opinión del ingeniero Saccà: «El túnel salvaguarda la belleza natural del estrecho y minimiza la necesidad de expropiaciones, un hecho que ha contribuido en gran medida para hacer crecer el movimiento “No al puente”». El ingeniero Saccà estima que sería construido en 5 años, con un coste de unos 1.600 millones de euros, mientras el subsecretario de Infraestructuras, Giovanni Cancelleri, ha dicho que servirían unos 5.000 millones y al menos 5 años para su construcción. El proyecto que se lanzó durante el Gobierno Berlusconi tenía un coste estimado en 8.300 millones de euros, con al menos 10 años para su construcción. La ministra de Infraestructuras y Transportes, Paola De Micheli, ha confirmado que un grupo de ingenieros ha presentado un proyecto, que está analizando su ministerio.
Problema de un área sísmica
Aparte de los costos, los críticos plantearon dudas por los temores a la actividad sísmica en la zona. Todavía se recuerda hoy que Mesina fue arrasada en 1908 por un terremoto de 7.1 grados en la escala de Richter . Unas 80.000 personas murieron en aquella tragedia nacional. Sobre el riesgo de construir un túnel en una zona sísmica, Carlo Doglioni, director del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología, ha comentado: «Los túneles pueden ser más seguros que los puentes, pero éste tendría que cruzar fallas activas, lo cual es un problema serio». Este riesgo, junto al coste, motiva que hayan surgido ya críticas al proyecto y se haya convertido en un asunto de lucha política. El alcalde Mesina, Cateno de Luca, califica la idea de «ridícula», mientras el diputado de Italia Viva, el siciliano Davide Faraone considera el plan de Conte «una locura».
En el 2012, el fundador del Movimiento 5 Estrellas, Beppe Grillo, cruzó a nado el estrecho de Messina, con gran repercusión mediática. Lo hizo con afán propagandístico de su Movimiento y para protestar contra la idea de la construcción de un puente sobre el estrecho. Ahora parece que el túnel no disgusta al fundador del M5E. De hecho, el subsecretario Cancelleri, firme defensor del proyecto, es militante del Movimiento 5 Estrellas. Cancelleri intenta despejar las dudas incluso de los que ven un riesgo del túnel en un área sísmica y con varios volcanes. El subsecretario considera que con la última tecnología de túneles se pueden superar los problemas. Para ello cita el túnel bajo el Bósforo, en una zona sísmica, que «puede soportar terremotos hasta 7.5 grados en la escala de Richter».
El ministro de Bienes Culturales y Turismo, miembro destacado del Partido Democrático, considera fundamental la idea de llevar la alta velocidad a Sicilia, con puente o túnel. Esto supone un cambio sustancial en el PD, pues este partido se opuso frontalmente cuando estaba en la oposición al proyecto de Berlusconi. El túnel en el estrecho de Mesina es ya tema de debate cotidiano y el primer ministro Conte está decidido a convertir el proyecto, si todo sale como está previsto, en el símbolo de su mandato. La ministra de Infraestructuras y Transportes, Paola De Micheli, es entusiasta: «Estamos para llevar el proyecto a Bruselas para que sea probado por la Unión Europea con dinero del Fondo de recuperación».