En plena oleada de incendios forestales, la UME es a menudo llamada a colaborar para la extinción de estos, además de otro tipo de emergencias. Por ello, debido a pandemia del Covid-19, estos militares han tenido que adaptar sus capacidades para prestar apoyo en estos casos de necesidad sin arriesgarse a aumentar los contagios.
El virus ha cambiado la forma en la que intervienen en los incendios, obligándoles a adoptar unas medidas de precaución específicas. En las zonas logísticas en las que “descansan” (que pueden variar entre tiendas de campaña o polideportivos, entre otros) han aumentado la separación entre las camas, en las mesas desplegables en las que solían comer 6 soldados ahora se sientan la mitad y, por supuesto, mantienen las medidas de higiene y el distanciamiento social vigentes.
Sin embargo, en los EPIS apenas hay diferencia puesto que ya era habitual el uso de máscaras y protectores respiratorios para protegerse del humo y de posibles intoxicaciones, salvo el hecho de que ahora los llevan puestos también en los vehículos, aparte de usar las pertinentes mascarillas en los momentos en los que no están sofocando las llamas.
Sus hangares de alerta y sus batallones están preparados para el caso de que tengan que intervenir (en cualquier sentido, ya sea por fuego o por el coronavirus), con capacidad de desplegar unos 1000 soldados con los EPIS y material necesarios en 24 horas.
En cuanto a los incendios concretamente, han ayudado recientemente en Madrid a sofocar el fuego de Robledo de Chavela y actuaron el pasado mes de julio en Baleares y Albacete. Cabe destacar que las preparaciones que realizan no solo sirven en su lucha para sofocar llamas, también para cualquier emergencia sanitaria en la que se requiera su actuación, como a la hora de desinfectar una zona que es foco de contagio.
Fuentes de la UME afirman a ECD que desde la Unidad no pueden asegurar si habrá o no un próximo confinamiento y/o una nueva operación Balmis. Pero sí han llevado a cabo todas estas preparaciones para convivir con la campaña de incendios forestales y para poder prestar colaboración con cualquier emergencia surgida por el coronavirus con la mayor rapidez y eficacia posibles en ambos casos.