El Gobierno regional tiene preparada una batería de medidas para la vuelta a la normalidad dentro de dos semanas, cuando llegue septiembre. Pero muchas de ellas se adoptaron a finales de julio, cuando la presión de la pandemia aún no era tan fuerte. Ahora, con 10.000 casos acumulados más que hace 15 días, las autoridades autonómicas vigilan la evolución de los brotes y no descartan endurecer las propuestas para embridar el problema.
Sanidad: «Alrededor» de 500 rastreadores
El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, asegura que hay «alrededor de 500 rastreadores» –entre técnicos de Salud Pública y operadores, matizó– para identificar contagios y brotes. Esperan que con esta medida, que podrá reforzarse si se precisa, se evite tener que llegar a confinamientos de territorios completos, aunque no descarta los locales, en función de la evolución de la pandemia.
El nuevo Hospital de Emergencias Isabel Zendal, que está en construcción en la actualidad, es otra de las medidas de cara al otoño, aunque mientras éste llega y el centro se termina, la presidenta Isabel Díaz Ayuso anunció que abrirá de manera temporal en dos pabellones de Ifema, para derivar allí a los pacientes Covid-19. Además, el Servicio Madrileño de Salud tiene diseñados planes de elasticidad en hospitales, Atención Primaria y Summa-112, para, en caso necesario, duplicar las camas de hospitalización y triplicar las de UCI.
Las compras de material sanitario y de protección se han incrementado para tener suministros suficientes para 75 días. Y otro objetivo es aumentar la capacidad de realización de test serológicos y pruebas PCR: si ahora se hacen, según el consejero, 15.000 al día, la meta es conseguir 60.000 por jornada. Habrá «unidades móviles» que realizarán PCR en las zonas donde se detecte mayor incidencia de contagio.
Educación: La «vuelta al cole» más atípica
Una incógnita total;así es el inicio del próximo curso. Las autoridades autonómicas han planeado cuatro posibles escenarios para esa vuelta al cole, en función de cómo esté afectando la pandemia para entonces. Pero desde algunos sectores del profesorado y la dirección de los centros no lo consideran adecuado.
Sanidad asegura que ya hay cerca de 500 rastreadores; y Educación se prepara para una vuelta a las aulas con todos los niños en menos de un mes.
«Con la mayor normalidad posible»; así quiere el consejero Enrique Ossorio que sea el regreso a las aulas, el 4 de septiembre para los de Infantil y el 8 para Primaria. En principio, y si el Covid-19 lo permite, se incorporarán el cien por cien de los alumnos, aunque habrá algún porcentaje de clases on line –como mínimo, un día de cada cinco para los de ESOen adelante–.
Habrá «grupos estables de convivencia» de niños de 0 a 3 años, y a partir de los 3, clases normales. Los mayores, desde la ESO a Bachillerato, FP y educación de adultos,podrá elegir o mascarilla, o mantener 1,5 metros de distancia si es posible.
Por si las cosas se complican y se disparan los contagios, se dibujan otros dos escenarios de semipresencialidad o de confinamiento total, en función de las circunstancias sanitarias. En el primero, se suprimirían los recreos y el comedor escolar; la comida se haría en los colegios y los alumnos se la llevarían a casa. Podría limitarse además grupos a no más de 20 alumnos en principio. Esto llevaría a tener que incrementar el número de grupos, y a contratar más profesorado: calculan que unos 3.500 entre docentes y personal de administración y servicios.
En caso de otro confinamiento, las clases serían on line pero los centros deberían estar abiertos tres días a la semana para poder recoger los materiales lectivos de los alumnos. Un cuarto escenario, el más deseable, plantea la vuelta a la normalidad pre-Covid.
Un nuevo protocolo de residencias regula visitas e ingresos en función de la situación serológica del centro y el grado de inmunidad de sus internos.
Está previsto hacer pruebas selectivas en los centros educativos, sobre todo, a alumnado y profesorado de Bachillerato. Y se realizarán test masivos y periódicos a los alumnos de Educación Especial.
El Ayuntamiento de Madrid también va a realizar obras de acondicionamiento y mejora en 184 colegios, con un presupuesto de 11 millones de euros, como explicó ayer la vicealcaldesa Begoña Villacís. «No vamos a escatimar recursos» para que la vuelta a las aulas se haga con seguridad, afirmó, informa Marta R. Domingo.
Economía: Grupos de 10 y registros
El uso obligatorio de la mascarilla, la limitación de los grupos en hostelería a 10 personas, incluso en terrazas, y el cierre de locales nocturnos a la 1.30 de la madrugada han sido la avanzadilla de las medidas de protección en algunas de las actividades economícas básicas de la ciudad. Incluso se dictó la obligación a los locales de restauración y ocio nocturno a llevar un registro de clientes, una polémica medida que fue respaldada por fallo del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 8 de Madrid.
En estos mismos locales, se elimina el uso compartido de dispositivos de inhalación de tabaco como cachimbas o pipas de agua, y se recomienda no compartir vasos, copas o «minis». En los mercadillos de venta ambulante, se limita el aforo, equiparándolos a las medidas del resto de comercio minorista.
Residencias: Nuevo protocolo
El Gobierno regional trabaja en un nuevo protocolo de residencias para tener un «control férreo» sobre estos centros y evitar de nuevo el «efecto devastador» del Covid. Contempla medidas más restrictivas en las visitas e ingresos, según la situación serológica de cada centro y el grado de inmunidad de sus internos. El protocolo se aplicará de forma gradual.