Es cada día más común que las empresas de alto consumo de electricidad busquen opciones para comprar su energía a mejores precios y mejores condiciones contractuales. Incluso en las empresas donde han estado siempre con CFE, existe la curiosidad de reducir el costo de este importante insumo y entender cómo funciona el cambio de proveedor. Estas empresas tienen seguramente algún conocido que recientemente migró a suministro calificado en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) o que tiene años comprando electricidad a un privado. A pesar de ello, la gran cantidad de dudas que tienen estas empresas sobre el proceso de cambio de proveedor se suma a un contexto de cambios en la regulación energética y un ambiente de incertidumbre sobre la continuidad de algunos proyectos de generación privados. Surge necesariamente la duda entre los tomadores de decisión de las empresas: ¿es ahora un buen momento para migrar al MEM?
La situación económica para el futuro cercano se espera complicada para muchas empresas en México y en el mundo. En estas condiciones muchos proyectos de inversión quedarán pausados indefinidamente y cada vez más empresas buscarán estrategias de recorte de gasto y reducción de costos. La energía eléctrica representa para muchas empresas industriales un insumo muy relevante dentro de su estructura de costos, por lo que el prospecto de generar importantes ahorros solamente cambiando de proveedor, resulta sumamente atractivo. En los últimos dos meses las empresas que hemos asesorado para la compra de electricidad han cerrado contratos donde los precios son entre 10 y 30 por ciento menores a las tarifas de CFE, por lo que el conseguir de ahorros es la más fuerte razón para cambiar de proveedor de electricidad en este momento.
A pesar del gran atractivo de los ahorros, los recientes cambios en la regulación energética impulsados por la actual administración federal han creado un clima de incertidumbre entre las empresas respecto de la idoneidad de este momento para la migración al MEM. Es una realidad que estos cambios regulatorios han generado afectaciones en contratos vigentes y que las negociaciones en curso los han resentido. Estos cambios regulatorios y cambios futuros no deben desestimarse, el cambio de proveedor de electricidad no debe perseguirse a toda costa. Durante la negociación del contrato es necesario integrar los efectos estos cambios y, más importante aún, se debe contemplar la manera de proceder y ponerse de acuerdo ante cambios futuros. Así mismo la flexibilidad en condiciones y plazos deben ser contemplados para mitigar los riesgos.
Una pregunta que he escuchado recientemente por parte de varias empresas que están considerando la opción de migrar al MEM es: ¿Qué pasaría si echan atrás la Reforma Energética? La respuesta es bastante sencilla, pues evidentemente en ese caso la consecuencia sería volver con CFE a tarifas reguladas y sin necesidad de decidir, sino acatar. A mi parecer, este hipotético y extremista escenario da una perspectiva bastante clara de la motivación que pudiera tener cada empresa: ¿Me interesa generar ahorros con las opciones que ahora tengo disponibles o prefiero no hacer nada ante la posibilidad de que en el futuro no haya opciones?
En mi experiencia, una de las principales razones que detienen a las empresas en sus intenciones de buscar alternativas en el suministro de electricidad es el desconocimiento del proceso y el resultante temor a lo incierto. La negociación de los contratos de suministro de electricidad ha requerido siempre de un conocimiento experto, profundo y detallado de la regulación energética, aún más ahora cuando la regulación ha estado siendo modificada. Además de ello, la enorme variedad de opciones y la gran diferencia que existe entre ellas hacen muy complicado el comparar las alternativas y determinar qué es lo mejor para cada empresa. Estas condiciones no son particulares a este momento y pueden ser fácilmente superadas asesorándose con expertos en área, sin embargo varias empresas han dejado pasar oportunidades de importantes ahorros por estas razones.
En función de todo lo anterior y por lo que hemos logrado en contrataciones recientes de nuestros clientes, estoy convencido que ahora es un buen momento para buscar opciones de suministro de energía en el MEM, siempre y cuando la negociación del contrato se haga con completo conocimiento de causa de las implicaciones para el usuario y preferentemente con el acompañamiento de expertos en el tema.
El autor es socio director de Epscon, firma consultora especializada en aprovisionamiento de energía de energía eléctrica.
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