En el Tribunal Supremo vienen curvas. A finales de julio se nombrará a tres magistrados para la Sala de lo Penal, la que juzgará, en caso de que sean admitidas a trámite, las más de 50 causas que hay interpuestas contra la gestión de la pandemia del Gobierno. Pero no solo eso, de aquí a finales de año también se decidirán los nuevos presidentes de tres de las cinco Salas: la de lo Contencioso-Administrativo, la de lo Social y la de lo Militar.
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), lleva ‘en funciones’ desde diciembre de 2018, pero en vista de que no hay visos de renovación, serán estos magistrados los que se encarguen de designar parte de las cúpulas del Supremo. El calendario comienza por nombrar a la Sala Segunda del Supremo por ser la más urgente, con tres puestos vacante.
Las ternas ya se han elaborado y, con la sorpresa de haber excluido al juez de la Audiencia Nacional, José de la Mata, hay catorce togados seleccionados. Entre los que suenan con más fuerza está Jesús Barrientos, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que está realizando un “magnífico trabajo” allí, según indican las fuentes consultadas, y que es favorito del presidente del CGPJ, Carlos Lesmes.
También parece segura la elección de Concepción Espejel, magistrada de la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional y de la cuerda más conservadora. De hecho, de la Audiencia Nacional provienen gran parte de los candidatos (5 de los 14 que hay). El propio presidente, José Ramón Navarro, es otro candidato fuerte o Ángel Luis Hurtado, magistrado de la Sala de Apelación y juez contrario a condenar al PP como partícipe a título lucrativo en la Gürtel.
Esta Sala en la que han quedado vacantes los puestos de Luciano Varela, uno de los magistrados del ‘procés’, Francisco Monterde y Alberto Jorge Barreiro será la primera en completarse. Pero después llegarán los nombramientos de las presidencias.
Casi con toda seguridad la Sala de lo Social será la primera en la historia del Tribunal Supremo que sea presidida por una mujer. Y el debate se centra en dos magistradas: Lourdes Arastey y María Luisa Segoviano.
Ambas se han presentado para ocupar el puesto que deja libre Jesús Gullón. Arastey es miembro de la Asociación Judicial Francisco de Vitoria (AJFV) y sonó en su momento junto a la magistrada de la Sala Segunda, Ana Ferrer, para presidir el CGPJ.
María Luisa Segoviano es también otra magistrada con una sólida carrera. Una de sus últimas sentencias determinó que haber trabajado en la Sección Femenina durante el Franquismo debía contar para la jubilación. Sin embargo, en su contra juega que tiene 69 años y en tres podría jubilarse, algo que no ocurre con Arastey que tiene 60.
El nombre de Clara Martínez de Careaga sonaba con mucha fuerza para presidir la Sala más pequeña del Supremo. Ella es la única mujer en esa sala y es una profesional de peso, casada con el magistrado del Tribunal Constitucional Cándido Conde-Pumpido, que suscita consenso. Sin embargo, el calendario no ha jugado a su favor.
Fuentes del Alto Tribunal indican que su intención era presentarse, pero es incompatible con su vocalía en el CGPJ. Tendría que renunciar a esta y eso no estaría bien visto en la carrera.
Por eso, según estas fuentes, el nombre de Julián Sánchez Melgar, magistrado de la Sala Tercera, ha surgido entre los candidatos a sustituir a Ángel Calderón, de la Sala de lo Militar que se jubila. El exfiscal general del Estado ha manifestado sus intenciones de presentarse y cuenta con el respaldo de la Asociación Profesional de la Magistratura, mayoritaria entre los jueces.
El magistrado, Luis María Díez-Picazo, podría presentarse a la reelección pero ya ha hecho a los miembros del CGPJ saber que no lo hará. Fuentes del Alto Tribunal explica que no suscitaría mucho consenso dada su gestión de los últimos cinco años.
Esta Sala todavía no presenta candidatos claros. Como en otras ocasiones, Pilar Teso, parece una de las mejores posicionadas, pero también se escucha el nombre de César Tolosa o Segundo Menéndez, que pertenece a la asociación progresista Juezas y Jueces para la Democracia.
