El doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus me parece un tipazo.
Si el nombre no le dice a usted mucho, déjeme decirle que es el etíope que hoy encabeza la Organización Mundial de Salud, al que hemos visto innumerables veces en TV, que además de estar encabezando la lucha a nivel mundial contra el COVID-19 y dar cara a mentes obtusas como la de Donald Trump, es un gran humanista que se ha dado el tiempo de preparar una serie de recomendaciones para la cuarentena (el encierro en casa), dirigidas a gente como usted y como yo.
Para empezar recomienda acordarse que en la pandemia nuestro cuerpo, con toda su sabiduría, va a trabajar para nosotros, pero nosotros necesitamos trabajar para él, por lo que hay que vigilar qué comemos, poniendo énfasis en frutas y verduras para fortalecer el sistema inmunológico. Y para na debilitarlo, abstenernos de tomar alcohol y bebidas azucaradas.
Por supuesto, dice, es una gran oportunidad para dejar de fumar; eso lo sacaría a usted de uno de los grupos de riesgo, el de los problemas respiratorios.
Por pequeño que sea el espacio en que usted viva, hacer ejercicio. Treinta minutos diarios que, de ser posible, pueden ser caminando alrededor de la cuadra si vivimos en un lugar donde no nos encontraremos con aglomeraciones de personas. Está por supuesto la opción de los ejercicios en casa guiados por videos de YouTube, o de alguna de las cientos de aplicaciones gratuitas que han surgido para los teléfonos celulares. O simplemente baile.
Si estamos haciendo trabajo en casa frente a la computadora, recomienda cambiar de posición constantemente, e intercalar sesiones de trabajo de 30 minutos, con unos 13 o 15 de descanso.
Cuidar la calidad de lo que pensamos; la salud mental se procura llamando por teléfono a nuestros parientes y amigos, especialmente a nuestros “viejos”. Pensar cómo podemos ayudar a gente que tenemos cerca, y tratar de estar en contacto, aunque sólo sea con un saludo cordial, con nuestros vecinos. Agregaríamos como muy importante escuchar a los niños, escucharlos con mucha atención y tiempo; ellos tienen su propia historia de la pandemia y difícilmente son escuchados.
Intente realizar actividades que no acostumbra; la disciplina de leer, por lo menos quince minutos diarios, escuchar música clásica, y si va a ver noticias en la TV o en internet, hágalo únicamente una o dos veces al día. Le va a bajar notablemente el nivel de estrés.
Y en momentos de reflexión, recomendables por lo menos una vez al día, hacer conciencia que esto que hoy nos pasa, le está pasando a millones de personas de todas la edades, nacionalidades, realidades económicas y religiones de todo el mundo. Nunca la humanidad había estado tan unida en algo, a pesar de que esa unión sea paradójicamente a fuerza y en el aislamiento.
Al final si hacemos las cosas correctamente, seremos sobrevivientes de la pandemia; tendremos mil cosas que celebrar, y en eso coincidiremos con el resto de la humanidad.
Habría que empezar a hacer planes para ese momento afortunado de celebrar la sobrevivencia.
Tipazo ese doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus.
