Kiko Matamoros pasó este miércoles una tarde difícil en el programa «Sálvame» después de que sus compañeros opinasen sobre él. Lo que no esperaba es que su exmujer, Makoke, también formase de alguna manera parte de eso. Los adjetivos con los que le juzgaron fueron elegidos por la madre de su hija, algo que no le sentó nada bien al colaborador de televisión.
Entre los adjetivos con los que Makoke calificó a su exmarido fueron: «Rencoroso, envidioso, empático, culto, soberbio, inseguro y trabajador». Aunque no todos fueron malos, Kiko Matamoros terminó estallando.
Tuvo que acudir a los servicios médicos de Mediaset después de que sufriera un ataque de ansiedad. «Me importa una mierda lo que pueda decir de mí o lo que opine de mí. Está fuera de mi vida. Me da igual. Si Makoke me pidiera ayuda en algún momento de mi vida no le ayudaría, sería yo quién se la pediría porque se ha quedado todo lo mío. Hace dos años que me separé de esta señora y si quiere protagonismo que lo busque en otro sitio. Lo que he vivido con esta señora ya ha sido público», explicaba muy enfadado Kiko Matamoros.
Y proseguía: «Tenemos una hija en común, lo mejor sería evitar estas cosas». Poco a poco se fue enfadando más, lo que finalmente le provocó un ataque de ansiedad. Cuando regresó al programa tras ver a los médicos, Kiko Matamoros explicó que no es la primera vez que le sucede: «No es la primera vez que me pasa cuando tengo una situación de ansiedad y nervios, he vomitado y se me había disparado la tensión».