La Policía Local de Sevilla ha interceptado en la madrugada de este jueves un cargamento de una tonelada de naranjas cuya procedencia se desconoce. La sospecha es que los productos habían sido sustraído de alguna explotación agrícola de la provincia.
La mercancía viajaba en una furgoneta a la que le dieron el alto los agentes en la zona de Palmete, según informa el perfil de Emergencias Sevilla a través de redes sociales. En el vehículo viajaba, además del conductor, otros dos ocupantes y ninguno pudo presentar algún tipo de documentación que acreditara la procedencia legal de la fruta como una factura. En su defensa, los denunciados aseguraron que la mercancía tenía como destino final el consumo propio. Lo habitual es que de tratarse de productos robados, esta mercancía acabe vendiéndose en mercadillos o establecimientos que están dispuestos a adquirir fruta sin ningún tipo de garantía. Una práctica que ya ha quedado en evidencia en distintas operaciones policiales.
Según informa la Policía Local, la tonelada de naranjas se ha depositado en el Banco de Alimentos de Sevilla que tiene en estos momentos un pico de demanda muy alto debido a la crisis sanitaria del coronavirus.
