El próximo será un verano agridulce en España, a la que el coronavirus ha arrebatado ya los internacionales Sanfermines. La epidemia amenaza con llevarse por delante la mayoría de las fiestas estivales, incluida la famosa Semana Grande de Bilbao y San Sebastián, así como La Blanca de Vitoria. El lendakari, Iñigo Urkullu, los tres diputados generales y los alcaldes de las capitales vascas se reunirán este jueves para analizar los riesgos y abordar la posibilidad de suspender o retrasar estas celebraciones.
Según manifestó Juan Mari Aburto, alcalde de Bilbao, en una entrevista concedida a Onda Cero cabe la posibilidad de que eventos como la Aste Nagusia en su conjunto puedan trasladarse a otras fechas del año, aunque sí contempla que «actos puntuales se puedan celebrar más adelante», aunque no el conjunto de las actividades previstas los nueve días del programa festivo porque «no ve en el calendario posibilidades de llevarlo a otro momento del tiempo».
Respecto a la reunión de este jueves señaló que «lo importante es que se compartan criterios comunes» en cuanto a las decisiones a adoptar con todo este tipo de eventos lúdico festivos, siempre «a partir de qué parte de las medidas, en cuanto a las personas, se flexibilizan y la concentración máxima de asistentes» establecida.
Aburto expresó también que «la intuición» le dice que es «muy difícil» que el festival BBK Live pueda celebrarse aunque, «hoy día no me atrevo a decir que no se vaya a celebrar, todo dependerá de la evolución de las medidas». «La intuición me lleva a pensar que es muy difícil, aunque, con toda la incertidumbre que rodea esta situación, cómo para saber lo que puede ocurrir dentro de 3 o 4 meses», ha añadido.
