Un grupo de personas intentó quemar la casa de una familia cuyos miembros están contagiados de coronavirus en la norteña ciudad chilena de Vallenar, en la región de Atacama, informó este miércoles el alcalde de la localidad, Cristián Tapia.
El suceso tuvo lugar la pasada noche, durante el toque de queda que rige a nivel nacional, una vez que se supo que una mujer que trabaja en una empresa minera de la zona dio positivo en el examen que detecta el coronavirus, del que contagio al resto de su familia.
Los atacantes se dirigieron a la vivienda, comenzaron a tirar piedras e incluso trataron de quemar la casa, según dijo el edil de Vallenar en la televisión local 24 Horas.
«Anoche, a muy altas horas, ya dentro del toque de queda, intentaron quemar la casa dos veces y la apedrearon. Yo hago un llamado a la gente, esta trabajadora nunca quiso contagiar a sus familiares, entonces no la crucifiquemos», dijo Tapia.
El alcalde dijo que el municipio está dando todo el apoyo necesario a las personas perjudicadas y realizando su seguimiento médico.
«Es lamentable la situación, es una familia de mucho esfuerzo, de mucho trabajo, que le ha tocado vivir esta situación bien complicada», expresó Tapia.
La región de Atacama se conocen 13 casos de coronavirus hasta la fecha, la segunda que menos tiene en el país, después de Aysén (sur), con siete.
Las autoridades sanitarias de Chile reportaron este miércoles trece nuevas muertes por el COVID-19, la mayor alza desde la llegada del virus al país, cifra que eleva los fallecidos a 160, e indicaron que los contagios ascienden a 11.296, tras confirmarse 464 nuevos casos.
Chile se encuentra bajo estado de excepción por catástrofe desde el pasado 18 de marzo, con toque de queda desde las 22.00 horas hasta las 05.00 horas del día siguiente en todo el territorio, con fronteras, colegios, universidades y todos los comercios no esenciales cerrados.
A pesar de ser el segundo país con mayor número de contagios en América Latina después de Brasil (43.369 casos), Chile no ha decretado confinamiento obligatorio a nivel nacional, como han hecho otros países de la región con menos casos como Argentina, Bolivia, Colombia y Perú.
El Gobierno ha optado por un modelo de «cuarentenas selectivas o estratégicas» con restricciones semanales que se imponen y se levantan en cada comuna (barrio) o en cada ciudad en función de los datos epidemiológicos de contagios.