Nada de mutualización de la deuda. Nada de bonos conjuntos. Merkel ha dejado claro ante el pleno del Bundestag que no accederá a ninguna de esas opciones en la videoconferencia que mantendrá hoy con los jefes de gobierno de la UE. Esas medidas exigirían moficiaciones de los Tratados europeos, procesos legales largos y farragosos que no alcanzarían a ayudar a las urgentes necesidades impuestas por el coronanavirus.
Pero sí ha mostrado su disposición a elevar la cantidad que Alemania aporta al presupuesto europeo. «El presupuesto europeo ha sido siempre instrumento de solidaridad financiera», ha justificado en su comparecencia, además de explicar que es el momento de que los países europeos se planteen cómo pueden trabajar más estrechamente contra la pandemia.
«La Comisión europea debe estudiar con rapidez en qué medida están afectados los países, porque el coronavirus afecta a todos, pero no a todos por igual», ha dicho la canciller alemana, que también ha mencionado la indeseable «tensión social» que surgirá en la UE. «Europa no será Europa si no somos capaces ahora de trabajar juntos», han sido sus palabras, tras repetir que «a Alemania solo le irá bien a largo plazo si le va bien a la UE».