La crisis del coronavirus ha sido una especie de tsunami que ha pasado por encima de la agenda de Sevilla, arrasando con toda la previsión de actos programados en una ciudad que presume de una vida social intensa. A las grandes citas, como la Feria y la Semana Santa, se ha sumado a la lista de damnificados la celebración de una efeméride muy sevillana, como es el centenario de la constitución de la base aérea de Tablada, que ha sido aplazada sin fecha, a la espera de la evolución de la pandemia.
Para este 2020, el Ejército del Aire, con la colaboración de una serie de empresas privadas, había organizado un calendario de actividades que tenía como objetivo reforzar los lazos afectivos que existen entre la antigua base, hoy cuartel de varias unidades, y la ciudad de Sevilla. Por ahora, señalan desde Tablada, la intención es retomar aquellos actos que aún no se habían podido celebrar antes de que acabe el año, cuando la crisis sanitaria haya pasado. Pero también son conscientes de que esa decisión dependerá de cómo se vayan desarrollando los acontecimientos y si no se alarga el momento del desconfinamiento y el regreso progresivo a la normalidad.
Para mantener viva la celebración, la organización ha decidido reconducir algunas iniciativas en formato online. Así, desde la web que se creó para este evento (www.tabladacentenariaaviación) y de los perfiles en redes sociales se ha puesto en marcha una búsqueda activa de quintos que pasaron por Tablada para hacer el servicio militar obligatorio. La idea es reunirlos a todos cuando sea posible y hacer una quedada familiar en el acuartelamiento. Se ha habilitado una dirección de correo (centenariotablada@gmail.com) a través de la cual los interesados en acudir a este encuentro pueden ponerse en contacto con la organización. También se están recabando fotografías de aquella época que se están colgando en la web y que están sirviendo de testimonio de lo que fue el paso de muchos sevillanos por un acuartelamiento que forma parte de la historia de esta ciudad. Por ahora, señalan fuentes de Tablada, hay una treintena de antiguos quintos que han confirmado su asistencia al encuentro.
Los antiguos reclutas están aportando fotografías que se están difundiendo como recuerdo de una época
Durante la presentación del calendario de actos el pasado mes de febrero, el general director de enseñanza del Ejército del Aire, Enrique Jesús Biosca, aseguraba que el centenario era sólo una excusa para volver a situar en el imaginario colectivo sevillano a Tablada porque tenían la sensación de que se había perdido esa conexión con el final del servicio militar obligatorio que llevó a muchos sevillanos a pasar una etapa de su vida en este recinto militar.
La antigua base, hoy acuartelamiento aéreo de Tablada, quiere además reivindicar su sitio en la aeronáutica española. Aunque la fecha de constitución es de 1920, cuando Alfonso XIII firmaba el real decreto que daba luz verde a las primeras cuatro bases aéreas en territorio nacional, diez años antes ya despegaron los primeros vuelos en un aeródromo que pasaría a ser cabecera de la 2ª Región Aérea (Sur) y una de las capitales militares del Ejército del Aire.
El peso histórico
Esa carga histórica es, además, uno de los argumentos para ampliar los usos del acuartelamiento y que éste pase a formar parte de la red de recursos turísticos de la ciudad. El proyecto para abrir estas instalaciones a la sociedad civil se sustenta en un convenio suscrito por el Ejército del Aire, EUSA y la Asociación de Empresas Turísticas de Sevilla (ASET), que comprende una serie de acciones que se pondrán en marcha cuando la situación de alarma sanitaria finalice y con el objetivo de que perdure con el tiempo. Acciones como las visitas guiadas y teatralizadas al recinto a las que ya se estaba empezando a dar forma antes de que estallara la crisis sanitaria.
En lo que se refiere a la programación del centenario, además de la reunión de quintos, la organización espera poder celebrar a lo largo de este año varios izados solemnes de bandera, la V edición Noches de Tablada, el evento principal previsto en la base, una jura de bandera para personal civil que se había programado en la Real Maestranza, un encuentro de música militar, ciclos de conferencias y una gran exposición de material histórico. Si bien desde el acuartelamiento sevillano admiten que en estos momentos la prioridad absoluta es la lucha contra el coronavirus. Así, efectivos del GRUMOCA (Grupo Móvil de Control Aéreo) se han sumado al despliegue militar en el marco de la «operación Balmis» dirigida por Defensa para la contención de la pandemia.
Tres décadas del último vuelo que puso fin al aeródromo
El 31 de marzo de 1990 se efectuó la ceremonia del último vuelo en Tablada. Los monoplanos Dornier Do-27 de la 407 Escuadrilla despegaron en su vuelo final desde el aeródromo hasta la Base Aérea de Morón, donde se mantendrían operando unos años más.
Uno de esos aviones sigue hoy presente en el acuartelamiento, formando parte del monumento conmemorativo de los grandes vuelos de la aviación española que tuvieron como lugar de partida este enclave militar hispalense.
El final de Tablada como aeródromo está estrechamente ligado a una obra clave para el desarrollo urbanístico de la capital. El Plan General de Ordenación Urbana de 1985 contemplaba que la ronda de circunvalación SE-30 debería transcurrir por los terrenos de Tablada. Un año después, se tomaba una decisión desde Defensa, la Base Aérea pasó a denominarse Aeródromo Militar anticipando lo que sucedería pocos años después con el cierre final de toda actividad aeronáutica en sus terrenos.
Aunque se plantearon otras alternativas para prolongar la operatividad aérea, como la construcción de un túnel o de un paso elevado, la idea inicial se mantuvo y la pista de vuelo quedaría físicamente separada de los hangares y del resto de edificios del acuartelamiento por la SE-30.