En los últimos días, el mensaje emitido por el sector empresarial hacia la sociedad civil y en el cual se involucran los tres niveles de gobierno, tanto en palabras como en acciones, se enfoca en crear una unión entre todos para salir adelante de la crisis más importante en la época contemporánea de la humanidad: la pandemia causada por el covid-19.
Toda la iniciativa privada en general se suma a un esfuerzo nunca antes visto para ayudar a miles de familias afectadas, no solo por la baja actividad laboral, también en sus empleos los cuales muchos perdieron, en tanto otros no generan los ingresos suficientes. Aplaudible en todos los sentidos.
En paralelo, se ha tratado de concientizar a la población del enorme esfuerzo de la comunidad médica y científica nacional, para aclarar muchas dudas en torno a la enfermedad; pero principalmente, por atender los casi 10 mil casos registrados en el país, de los cuales 200 se localizan en municipios tamaulipecos.
Afuera de los hospitales, pasamos de los desencuentros, insultos, agresiones y discriminación, a doctores y enfermeros a ganarse un respeto y admiración en la lucha que afrontan, reconocimiento que para muchos llega quizás tarde, pero no por ello deja de ser gratificante en el sentido moral.
Lo curioso es cómo en la misma comunidad ya citada, existe una encarnizada lucha por “tener la verdad y la razón” en cuanto a los reales casos, denostar cualquier esfuerzo que la autoridad, sea federal o estatal, efectúa en un tiempo complicado donde no se tiene una cura.
Un sector de doctores y enfermeros no se mide al calificar al subsecretario Hugo López-Gatell como un mentiroso. En ese mismo tenor y por los mismos calificativos, otro grupo tacha a autoridades en las entidades, como le sucede Gloria Molina de Tamaulipas.
El propio gremio de salud, que en teoría debe estar unido y fortalecido para afrontar el coronavirus, pasa una buena parte de su tiempo diciéndose “pendejos” unos a los otros, ya sea por frustración del poco actuar de los gobernantes y otras tantas por simple ego. Y son de la misma profesión. ¡Increíble!
El que esté libre de toda culpa, que haga el primer reclamo. Las redes sociales están de testigo y no mienten._