El Hospital Militar de Sevilla es ya definitivamente un fantasma inútil en mitad de un erial. El único rincón del edificio que seguía prestando servicio como centro de salud de Los Bermejales no pudo abrir este lunes a primera hora porque durante el fin de semana han expoliado lo poco que quedaba: los cables de cobre que daban suministro eléctrico a la zona. Según ha podido confirmar este periódico, los ladrones hicieron un butrón en la casetilla de instalaciones aprovechando la escasa vigilancia que hay en el lugar.
Los usuarios que llegaron a primera hora a este inmueble del antiguo hospital se encontraron con todo a oscuras, los ordenadores apagados, el teléfono bloqueado... A lo largo de la mañana se pudo restaurar el servicio utilizando un grupo electrógeno propio, aunque hubo bastantes incidencias. La citada falta de seguridad en la zona, que viene de años atrás, ha permitido que los ladrones hayan podido desvencijar las instalaciones del único edificio operativo, porque el resto del complejo está moribundo desde que se cerró hace 15 años y sin planes de futuro por parte de la Junta de Andalucía, que también llegó a participar en 2014 en el expolio sufrido durante todo este tiempo cuando decidió desmontar las máquinas de aire acondicionado para llevárselas a otro hospital de Granada, a sabiendas ya de que su proyecto de rehabilitación no se ejecutaría nunca.
Lejos quedan ya aquellos tres primeros años posteriores al cierre del hospital en los que la Junta habilitó un servicio de mantenimiento encargado de abrir semanalmente los grifos y encender las luces con el objetivo de impedir que se atrofiaran las estructuras de suministro, ya que su intención era reabrirlo como hospital público 18 meses después de haber desembolsado seis millones de euros en metálico más otros 28,6 en suelos para el Ministerio de Defensa. En aquel momento, mediados de 2004, el hospital estaba a pleno rendimiento. Sin embargo, el recién llegado ministro de Defensa José Bono acordó con la entonces consejera de Salud de la Junta, María Jesús Montero -hoy portavoz del Gobierno de España- esta cesión, que en el plazo de un año y medio transformaría el hospital Vigil de Quiñones en un centro pionero de neurorrehabilitación para pacientes con lesiones medulares y daños cerebrales al que se sumarían un espacio de cirugía ambulatoria para ejecutar hasta 30.000 operaciones anuales, un centro de alta resolución especializada con 31 consultas, un hospital de día, una unidad de rehabilitación cardíaca y un área con 200 habitaciones individuales, además del centro de salud de Los Bermejales, que fue lo único que finalmente se llevó a cabo, aunque sin una mejora sustancial de las instalaciones.
83.000 metros cuadrados perdidos
Desde aquel acuerdo han pasado 15 años y no se ha ejecutado nada, de manera que Sevilla perdió un hospital de 83.000 metros cuadrados y doce plantas que entonces contaba con helipuerto, 240 habitaciones individuales, 750 camas y cinco quirófanos. La promesa de María Jesús Montero fue acometer una rehabilitación con un presupuesto de 23 millones de euros con un plazo de obras de 18 meses, aunque los servicios se irían abriendo de manera paulatina. Poco después, la excusa de la Junta fue que la obra se había encarecido y su valor definitivo era el doble del prespuestado, por encima de los 50 millones. Y finalmente, en verano de 2011, la constructora paralizó las obras por falta de pago de la Consejería y se marchó. Desde entonces apenas ha habido en el perímetro del hospital una casetilla de seguridad que no ha evitado el expolio de las instalaciones, actualmente irrecuperables.
Los cables se han extraído durante el fin de semana y tardarán tres días en reponerse para recuperar la actividad normal en el centro de salud
Esto ha permitido a los ladrones despojar el edificio de azulejos, puertas, tuberías, ventanas... El nuevo gobierno de la Junta que preside el popular Juan Manuel Moreno anunció que la recuperación del Hospital Militar Vigil de Quiñones está entre sus prioridades después de los tres lustros de abandono por parte del PSOE. De hecho, la delegada territorial de Salud y Familia en Sevilla, Regina Serrano, aseguró el pasado mes de junio que el consejero Jesús Aguirre estaba trabajando para que en 2020 hubiera una partida en el presupuesto para este edificio con un nuevo plan de usos. Pero el proyecto todavía no se ha dado a conocer y, entre tanto, los ladrones han inhabilitado el único rincón de ese monumento a la dejadez que todavía funcionaba.
Según ha confirmado la Consejería de Salud a ABC, la reposición de los cables de cobre robados durante este fin de semana tardará unos días, ya que hay que volver a colocarlos manualmente. Mientras tanto, el centro de salud seguirá utilizando el grupo electrógeno para mantener su actividad sin incidencias. Además, la Consejería aseguró a este periódico que después de este suceso va a ampliar la seguridad en la zona, que hasta el momento se limita a un vigilante que tiene que dar cobertura a toda la parcela.
