LONDRES, enero 13.- Un hombre nigeriano pasó 21 años durmiendo a bordo de autobuses en Londres después de que su solicitud de asilo fuera rechazada.
Tomé un curso de realización de documentales, eligiendo informar sobre la vida de las personas sin hogar de Reino Unido, sin imaginar que pronto estaría en el lugar de esa misma gente, dijo el sujeto que pidió lo identificaran como Sunny.
Luego que mi solicitud fue rechazada, tenía dos opciones: regresar a mi país bajo el puño de hierro de un gobierno militar, o pasar virtualmente a la clandestinidad. No fue una elección difícil, comentó. Sunny se encontró finalmente en las calles y los autobuses se convirtieron en un refugio para él. Su lugar favorito en los buses estaba en la parte trasera de la cubierta inferior.
Casi siempre viajó ligero, con una pequeña bolsa de mano, para evitar el estigma de la falta de vivienda, según reseña la BBC. Según él, al menos dos horas de sueño adecuado durante toda una noche era un gran éxito. Al inicio, una ministra de iglesia le compró un pase mensual para ahorrarle varias tarifas nocturnas. Ella continuó haciéndolo, mes tras mes, y luego otros amigos también ayudaron.
Por el día Sunny trabajó como voluntario en iglesias y a menudo se dirigía a la Biblioteca de Westminster, donde podía ponerse al día con las noticias o retomar la lectura de algún libro. En épocas normales comía gracias a la caridad pública en cualquier cafetería o restaurante donde trataba de colaborar con algún mandado.
Finalmente un equipo de abogados de la iglesia de Notre Dame presentó una solicitud de permiso de residencia en su nombre, siempre que pudiera probar que había vivido continuamente en el Reino Unido durante 20 años. En 2017, a la edad de 55 años, Sunny recibió el permiso.