El presidente ruso, Vladimir Putin, ha exhibido este lunes la ascendencia que ejerce Rusia sobre el conflicto libio reuniendo a las dos partes enfrentadas en Moscú para que refrenden el frágil alto el fuego que firmaron el sábado. Putin consiguió juntar al jefe del Gobierno de Unidad, Fayed el Serraj, respaldado por el Gobierno turco, y al mariscal Jalifa Hafter, quien recibe su apoyo de Egipto, Emiratos Árabes Unidos y de la propia Rusia. Aunque no consta que se hayan sentado a conversar, la cita de Moscú es la primera en la que coinciden Hafter y Serraj desde que el mariscal intentó invadir Trípoli el pasado abril.