El ministro de Cultura ensalza “los valores de la ética” y “la convivencia” como cultura
“La cartera en el suelo, no, eso nunca”, le dijo el ministro de Cultura saliente, José Guirao a su sucesor en el cargo, José Manuel Rodríguez Uribes cuando acababa de recibir la simbólica funda de sus nuevas funciones. En el acto del traspaso de cartera que tuvo lugar en el Ministerio, Rodríguez Uribes destacó en su primer discurso en el nuevo cargo la “visión de los valores” como brújula de su mandato. El nuevo titular planteó la importancia de “impulsar una ética pública” que, dijo, ha heredado de su maestro, Gregorio Peces Barba. “Valores que nos sirven para convivir en paz. Porque convivir es más que coexistir”, señaló Rodríguez Uribes, que destacó a otro de sus mentores, el que fuera vicepresidente del gobierno y ministro del interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Así, destacó la importancia de desempeñar un cargo político “teniendo en cuenta la mirada del otro. La idea machadiana del ojo que nos permite ponernos en el lugar del otro”. En presencia de representantes de todo el sector cultural, el ministro no detalló las prioridades legislativas del mandato que inaugura, pero sí destacó que, más que semillas, recibe árboles “que me comprometo a seguir cultivando y regando”. Algunos de los frentes que mantiene abiertos Cultura serían la aprobación de una Ley de Mecenazgo, la aprobación del Estatuo del Artista, la crisis interna de la Sgae y su adaptación a la normativa y hasta una regulación sobre la reventa de entradas en España.
“La cultura es el cine, el teatro, la música, los museos, los libros... Hay muchos ámbitos, pero en ningún caso la cultura se hace desde el Ministerio. La cultura es de los ciudadanos y nosotros sólo debemos favorecerla e impulsarla”, le recordó José Guirao. “Tengo firme voluntad de escuchar y dialogar e intentar acuerdos y conseguir dar respuesta equilibrada y positiva a todos los intereses”, aseguró Rodríguez Uribes.
Sobre la nueva legislatura que se abre, el ministro de Cultura defendió que se busque “la concordia y se destierre la dialéctica amigo-enemigo. Que vean en el adversario a alguien a quien hay que escuchar porque forma parte de la sociedad”, señaló. En referencia a Peces-Barba y Rubalcaba, destacó que “los dos representaban eso, fueron capaces de tender puentes y unir a diferentes. Hicieron que la convivencia fuera fuera armoniosa que es de donde mejor se saca provecho para la convivencia democrática”.
Sobre su papel en el deporte, el ministro se confesó “madridista” pero aseguró que será “neutral” en el ejercicio de su responsabilidad. “Un ministro debe hacer hincapié en el deporte minoritario, inclusivo, el femenino. Porque hay unos que van solos pero otros necesitan la promoción de los poderes públicos”, avanzó.
