El fugado Carles Puigdemont se ha estrenado hoy en el Parlamento Europeo como eurodiputado. Llegó intentando acaparar protagonismo y la máxima expectación. En la calle, a las puertas del Parlamento Europeo le esperaban simpatizantes con la senyera –se habían fletado cinco autobuses desde Cataluña- junto al Quim Torra. Pero su presencia no tuvo el tirón esperado salvo por las cámaras que lo esperaban y los más curiosos. Dentro, pasó desapercibido y no hubo ni aplausos ni saludos.
Puigdemont llegó acompañado de su mujer y se especulaba que lo mismo podría tomar la palabra en el Pleno, pero era poco probable ya que está muy reglado el orden del día. Pero el presidente del parlamento David Sassoli estaba dispuesto a aguantar la presión y no dar turnos de palabras extraordinarios, ya que nunca se hace y tanto el grupo popular, como los de Ciudadanos y el grupo socialista habían insistido en que no se diera la oportunidad de hacer un número dentro del hemiciclo.
Ambos políticos independentistas, huidos en Bélgica desde finales de 2017 fueron de los primeros en llegar a su asiento en el hemiciclo, diez minutos antes del inicio de la sesión. Puigdemont y Comín han sido situados en la última fila de asientos junto con otros representantes que no están inscritos en ningún grupo parlamentario. De hecho, el presidente de la Cámara indicó que ése será su grupo; de manera que su turno de palabra y el presupuesto del que dispongan será más limitado que el del resto de los grandes grupos. Aunque los dos han expresado su deseo de integrarse en el grupo Los Verdes / Alianza Libre Europea (ALE), del que forma parte Esquerra Republicana (ERC), la formación ecologista no ha decidido todavía si los acepta, por lo que comenzarán su andadura como eurodiputados sin grupo.
Sassoli indicó al inicio de la sesión del Tribunal Europeo que la Cámara había tomado nota de Junqueras, Puigdemont y Comín como diputados. Teniendo en cuenta de la resolución de Junqueras por parte del Tribunal Supremo y de la junta electoral declaró que queda bacante el puesto de Junqueras según reglamento. “Mientras que sus credenciales no estén verificadas ni haya habido una impugnación eventual, Puigdemont y Comín obtienen escaño, siempre que se declare que no tienen ninguna opción de incompatibilidad”, dijo el presidente del Parlamento europeo. Puigdemont aprovechó ese momento para exhibir una pancarta leía “Free Junqueras” con su imagen. Una ujier de la eurocámara instó a Puigdemont a que no la exhibiera sin ningún éxito.
Vox intentó tomar la palabra
Mientras, el diputado de Vox, Jorge Buxade trató hasta en dos ocasiones de tomar la palabra. “Tranquilos, tranquilos. Aquí no hay ningún debate. Tome asiento, señoría”. Sea tan amable, siéntese, señoría”, repitió el presidente de la eurocámara en dos ocasiones sin ceder al debate. Los de Vox portaban cada uno una bandera española y trataban de explicar que los fugados no podían tomar la palabra, que ese número no debía producirse y que no se les debía haber permitido entrar en el Parlamento Europeo. Fuentes de Vox consideraron un “desprecio absoluto” de Sassoli que no les permitiera tomar la palabra y se quejaban de que el circuito cerrado de la eurocámara mostraba solo a Puigdemont con la pancarta de Junqueras y no a ellos con las banderas de España.
