La investidura de Pedro Sánchez se ha complicado por la petición pública de ERC de que la Abogacía del Estado, que controla el Gobierno, se ponga al servicio del preso y condenado Oriol Junqueras pidiendo al Tribunal Supremo su puesta en libertad, como la consecuencia de la sentencia del Tribunal de la UE que le ha concedido la inmunidad de euro parlamentario.
Sánchez, que se ha implicado directamente en la negociación con ERC a través del vicepresidente catalán Pere Aragonés, quiere una investidura inmediata y a ser posible desde el 28 al 30 de diciembre, por temor a una rebelión interna del PSOE ante el cúmulo de las concesiones que Sánchez está haciendo al separatismo catalán.
Entre las que se incluirán los indultos de todos los golpistas condenados por el Tribunal Supremo, para que Junqueras pueda ser candidato de ERC a la Generalitat en las elecciones catalanas de 2020. Unos comicios cuya fecha depende de las decisiones que tomen al respecto Torra y Puigdemont.
Los que podrían, en su propio beneficio, adelantar esas elecciones para así dejar fuera a Junqueras, porque la inmunidad de euro parlamentario no le quita la condena de inhabilitación para ejercer la política en España.
Sánchez vive en estos días sobre un volcán, entre el chantaje de ERC y las presiones internas del PSOE que no dejan de crecer. Máxime a la vista del cúmulo de descalificaciones del separatismo vasco y catalán en contra del discurso del Rey Felipe VI por Navidad.
Tan mal está la situación de la investidura Pedro Sánchez y del Gobierno de coalición que desde Podemos Pablo Iglesias ordenó a Pablo Echenique a hablar bien del discurso del Rey que calificó de ‘moderado’, pero diciendo que el Rey había rectificado su posición sobre Cataluña lo que no es verdad.
Los que han rectificado sobre el Rey han sido los de Podemos por el miedo que tiene Iglesias a que se estropee la investidura y en ese caso a perder la oportunidad de entrar en el Gobierno como vicepresidente.
En estas circunstancias estamos a la espera de que se conozca la posición de la Abogacía del Estado sobre la situación procesal de Junqueras y todo apunta a que será a favor del preso catalán y en contra de la fiscalía del Tribunal Supremo. Lo que removerá las aguas del PSOE y aumentará la indignación nacional por la rendición incondicional de Sánchez a los píes de los insaciables Junqueras y ERC que saben que esta es su oportunidad.
Cuando se conozca la posición de la Abogacía del Estado entonces ya solo quedará la publicación del acuerdo aún secreto entre PSOE y ERC para la investidura de Sánchez del que se dice que sólo quedan por pactar ‘algunos flecos’.
Y finalmente y si se confirma el pacto del PSOE con ERC sólo faltará la presentación, antes de la investidura, del nuevo programa del Gobierno de coalición de PSOE y Podemos. El que constituirá la base de los discursos de investidura de Sánchez y de la réplica de Iglesias, si es que sus planes no se tuercen por culpa de ERC o por la indignación en el PSOE.
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