“Las cuerdas que amarran el respeto
de unos por otros, son en general,
cuerdas de necesidad”
Blaise Pascal
Las últimas noticias que llegan desde Bolivia; un país ubicado en el centro de América del sur, que colinda con Chile; Argentina, Brasil, Perú y Paraguay; hacen referencia a una supuestamente excesiva, vigilancia de la embajada mexicana, ubicada en La Paz, Bolivia. Da la casualidad, que en esas instalaciones mexicanas se encuentran en calidad de asilados políticos, 9 ex funcionarios del gobierno de Evo Morales; quien renunció a la presidencia después de diversas manifestaciones, y presionado por la oposición y el Ejército.
Pero también influyó bastante el informe final, derivado de una revisión, hecha por la Organización de Estados Americanos (OEA) en el que se señalan “serias irregularidades” en las elecciones efectuadas el 20 de octubre, que lo dieron ganador contra su contrincante el conservador Carlos Mesa.
Evo Morales, el primer indígena en ser presidente de Bolivia, gobernó por casi 14 años, y aunque diversos indicadores no son tan malos, lo que lo llevó a renunciar y a salir de su país, fue esa obsesión por el poder, algo perfectamente conocido por el pueblo mexicano.
Mucho se dijo y criticó, de las razones para que este gobierno de López Obrador, aceptara no solo recibirlo y tratarlo con tantas distinciones, sino también, el haber tomado diversas medidas, como enviar un avión del ejército mexicano por él, haberle asignado escoltas, y darle un buen nivel de vida en nuestro País.
Hay quien ha dicho, que en su momento, Evo Morales llegó a financiar el movimiento Lopezobradorista; o quien ha señalado, que se trata simplemente de dar un buen trato, a un ex presidente caído en desgracia, pero con quien existen vínculos ideológicos de izquierda y que por ello había que rescatarlo.
Independientemente de la causa, fue notoria la apuesta del capital político del Presidente, por traer y respaldar a Evo Morales, quien no tuvo empacho en mostrarse públicamente y hacer declaraciones, con toda la molestia que ello generó, no sólo en México, sino también con el actual gobierno transitorio de Bolivia.
Las razones de la salida de Evo Morales, quien vivió durante más de 20 días en México, siguen sin ser muy claras, no obstante que él dijo, que prefería estar en Argentina, donde actualmente se encuentra, porque se le facilitaría hacer proselitismo en favor de su partido Movimiento al Socialismo (MAS).
Evo decidió salir el 6 de diciembre de México, sin un anuncio o comunicado, y muy discretamente; sin embargo, basta recordar, que el Procurador General de Estados Unidos, visitó México el 5 de diciembre, y el 10 de diciembre de manera repentina, se firmó el protocolo modificatorio del T-MEC; quizás sea solo una coincidencia, pero lo que es un hecho, es que al actual gobierno de Bolivia, no le hace ninguna gracia, el apoyo que López Obrador le ha dado a Evo Morales.
*Abogado y Maestro en Derecho Constitucional y Amparo. Magistrado del Tribunal de Justicia Administrativa 2010-2017
