La indiferencia predomina sobre el amor.
El Papa Francisco, que representa una transformación de la Iglesia tradicional, hizo un discurso en Roma el día 24, como es costumbre, y señaló que el problema del mundo es que hay tinieblas en los corazones humanos; es decir, hay una enorme confusión en la época actual, en lo personal, en lo social, en lo político, y puso como ejemplo la inmigración.
También dijo que la indiferencia es el actual pecado o problema mundial, porque en la fórmula de la vida contemporánea la gente, los gobiernos y todos los factores de la sociedad están congelados por la indiferencia ante el dolor ajeno y así nadie se preocupa por los inmigrantes, por los que sufren, por los enfermos y todo mundo se refugia en su yo interior, al cual tapiza de un muro que le impide tratar con amor los problemas del “nosotros”.
DESCARTES: Pienso, luego existo… Extraordinaria definición, sintética y filosófica, del mundo contemporáneo, de un Papa moderno que está abriendo las puertas de la Iglesia al siglo XXI.
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