PortAventura huele a Navidad. Y no es (solo) una frase hecha. Los días que van desde final de noviembre a Reyes son esenciales en este parque temático, tanto en números (muchos niños y mayores celebran las vacaciones en esta pequeña ciudad entre risas, gritos y vértigo) como en emociones (la cabalgata, las luces, los espectáculos y la música invitan a dejarse llevar por el espíritu de las fiestas).
Quizá sea por eso, porque estas semanas son un reino de la infancia y la magia, la nueva atracción del año (Street Mission) es también una de las preferidas de los visitantes. Se comprueba cada día en el panel que refleja el top de tiempos de espera en el parque. Se trata de la primera dark ride (atracción en un espacio cerrado) de PortAventura World y la única dedicada al mundo de Sesame Street en Europa. Un nuevo hogar para los personajes de Barrio Sésamo que tanto marcaron a varias generaciones. Ha costado quince millones de euros, y ese esfuerzo de inversión se nota en el desarrollo de una aventura interactiva para todas las edades, una muestra de lo que ofrece la última tecnología de videomaping en 3D.
PortAventura cumplirá veinticinco años en 2020. Se inauguró en Vilaseca (Tarragona) el 1 de mayo de 1995. Cinco millones de personas lo visitan cada año, un 20 por ciento de ellos franceses. En este tiempo se ha consolidado como el primer parque temático español por la calidad y potencia de sus atracciones (sobre todo, las montañas rusas: Shambhala, Dragon Khan, Furius Baco), y de sus espectáculos. Ha crecido con hoteles (el pasado 1 de junio abrió sus puertas el Colorado Creek, el hotel insignia del resort); con nuevos espacios, en especial Ferrari Land y su atracción símbolo, Red Force, esa «n» estiradísima que da miedo verla, y con espectáculos como el show de Navidad de este año (Christmas World), una impecable mezcla de acrobacia y música, de magia con precisión.
En todo el parque se respira el espíritu de la Navidad. Por unas horas, el decorado y los copos de nieve (en realidad, agua y jabón) se cuelan en el corazón de los visitantes, sobre todo de los niños. La celebración está en las luces, en las guirnaldas, en las dos pistas de hielo habilitadas, en El Bosque Encantado, la casa de Papá Noel; en el espacio dedicado a Chilly Willy, el pingüino más entrañable y querido del resort, y por supuesto en el gran desfile que cierra el día en la zona de Mediterrània. Y está en la música pegadiza que invade las calles.
Quien quiera acercarse a PortAventura World en los días claves de las fiestas se encontrará con dos paquetes vacacionales especiales: el de Nochebuena (desde 170 euros por persona, que incluye alojamiento, desayuno, acceso ilimitado a PortAventura Park, un día en Ferrari Land y cena especial) y el de la última noche del año, desde 325 euros, con cena de gala incluida.
