Tienen a Rafael Amargo como imagen de la compañía y sus materiales llevan el «made in Spain» por todos los países en los que se venden. «Cuando llegamos a Italia, por ejemplo, nos dijeron que si marcábamos que el producto era fabricado allí se iba a vender más fácilmente e iba a dar más confianza, pero nosotros nunca hemos querido acceder a esto. Siempre hemos llevado la marca España por donde vamos con mucho orgullo», cuenta Carolina Valencia, cofundadora de Cement Design, empresa especializada en la fabricación, instalación y distribución de revestimientos continuos decorativos.
Hace doce años, al comienzo de la crisis económica, ella y su marido, que ya tenían una empresa familiar dedicada al sector de la construcción, se dieron cuenta de que la única manera de sortear la coyuntura adversa pasaba por renovarse. «Empezamos con el cemento y luego nos especializamos en un solo producto, lo hicimos más novedoso e invertimos mucho tiempo en investigar», relata Valencia.
Para esta colombiana, residente en España desde hace dos décadas, no fue difícil tirar de energía a pesar de que todo estaba paralizado. «Yo le decía a mi marido: “No pasa nada. Vengo de un país en el que estamos en crisis desde que nací”», comenta.
«Siempre hemos llevado la marca España por donde vamos con mucho orgullo»
La apuesta era arriesgada, pero salió bien. En 2018 facturaron 27 millones de euros (algo más de 21 de ellos en el extranjero) y tienen delegaciones en más de 40 países. Solo en su sede central, ubicada en Getafe (Madrid) emplean a 65 personas y a nivel nacional cuentan con un equipo formado por más de 500 profesionales.
Sus revestimientos, de mínimo espesor y gran flexibilidad, se adhieren a cualquier superficie, por lo que actúan como una segunda piel del material original. Tienen una carta de más de 120 colores y una enorme variedad de texturas. La principal ventaja es que permiten renovar los espacios de forma rápida, sin necesidad de picar y desescombrar. La compañía, además, se preocupa por el respeto medioambiental en todos sus procesos, como así demuestra el distintivo Emicode, que garantiza una muy baja emisión de compuestos volátiles orgánicos en los materiales de construcción.
Sus clientes son muy variados, desde particulares que quieren modernizar alguna parte de la vivienda sin meterse en obras engorrosas hasta grandes multinacionales que buscan crear estancias inspiradoras. Han trabajado con marcas como Starbucks, Coca-Cola o Samsung, con gigantes del retail, como el grupo Inditex o Carolina Herrera, han contratado sus servicios hoteles como Ushuaia de Ibiza y han revestido espacios como los Street-XO de Dabiz Muñoz en Madrid y Londres. «Todos son igual de importantes, desde la persona que viene a cambiar su baño hasta una cadena hotelera muy destacada», afirma Carolina Valencia.
Vínculo con el arte
La maleabilidad de sus materiales ha hecho que artistas, escultores y artesanos pongan sus ojos en la empresa. «Hacemos muchas colaboraciones con el arte porque nos encanta», dice la cofundadora de la compañía.
El artista Felipao, por ejemplo, recurrió al cemento decorativo para sus meninas 2.0. El escultor dEmo, autor de la Rana de la Fortuna de la Plaza de Colón de Madrid, realizó unas piezas decorativas, «Elefantes de la buena suerte», revestidas artesanalmente con este material para Cement Home, marca de Cement Design que integra objetos de decoración para el hogar diseñados por artistas reconocidos. Para otros segmentos del mercado también tienen sus propias marcas, como Microfloor Europa, enfocada a microcemento para mayoristas o Panelcret, especializada en paneles decorativos con revestimiento mineral.
La firma no se pone techo. El año pasado y durante 2019 han dado el salto a Asia, concretamente, a China e India. «Entrar en el mercado chino es un desafío importante porque es un país muy grande y tienes que buscar el socio adecuado. Hemos encontrado un buen equipo humano allí y nuestro reto es poder formarlos bien, que sepan totalmente cómo funciona nuestro material y cómo se aplica», comenta Carolina Valencia.