A pesar de que las autoridades municipales, el estado y hasta el Poder Legislativo se pronunciaron en contra de la venta de productos de fuegos artificiales, y la instalación de ferias del cohete, las ventas como quieran se realizaron.
Por diferentes puntos de la zona metropolitana, en cruceros de avenidas y afuera de centros comerciales, decenas de personas vendieron distintos productos, que contribuyeron, aunque eso sí en menor porcentaje, a la contaminación por polvo y por ruido en la noche del 24 de Diciembre.
Mediante un recorrido por la ciudad, Milenio Monterrey constató que en distintos lugares como es el caso de la calle 16 de Septiembre, en el cruce con Venustiano Carranza, a la altura de Nuevas Colonias, había al menos dos vendedores que esperaban la luz roja del semáforo para ofrecer fuegos artificiales.
También se observaron personas afuera de un restaurante de hamburguesas en la Carretera Nacional, en el crucero de las avenidas Prolongación Miguel Alemán y Churubusco, en Rómulo Garza y avenida Las Flores y en Madero y Venustiano Carranza.
Entre otros productos ofrecieron desde luces de bengala, brujitas, cohetes sencillos y palomas pequeñas, en el recorrido no se observaron palomas grandes ni cohetes de estallido fuerte.
“Me llamó la atención que anden vendiendo, dijeron que no iba a ver venta, que no habría las feria del cohete, pero la gente como quiera se puso a vender en los cruceros. Qué vivos salieron, aunque la verdad, lo que yo vi es que no traen de las palomotas ni cosas así, que son las más peligrosas y con las que hacen más ruido los chamacos”, expresó el automovilista, Ezequiel Pámanes, quien circulaba por el centro de Monterrey y observó la venta.
El 9 de diciembre, el Congreso del Estado exhortó a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) abstenerse de otorgar permisos temporales para la venta de pirotecnia en Nuevo León.
Ese día, durante la sesión ordinaria, los diputados locales solicitaron que la Dirección de General del Registro Federal de Armas de Fuego y Control de Explosivos, o a la que le corresponda, realice las acciones de vigilancia necesarias para evitar la distribución y comercialización de pirotecnia.