Al pobre Tacho le quedó chico el traje y, aunque hizo su coraje, así fue a la función. Fue la noche del terremoto, cuando el Ángel se cayó. Fue su papá Quirino y un señor que estaba allí, se prestó para ser padrino con su esposa La Mimí. En la vecindad quitaron tendederos y ropa de asolear. La pulquería, Las Glorias de Modesta, cedió flamante orquesta para que fuera a tocar. A Manuela su retrato le pidió el novio y se fue emperifollada a retratarse para él. Era sábado y en el Distrito Federal. Los albañiles acabaron de rayar. Los pulques fueron de Apán, los que solapan. Ricos curados de tuna y melón, avena, piña, fresa y limón. Su carbonato, pal tlalchicotón. Jarro caliente; tarrito camión. Pa’ las mujeres, entrada especial. Cuando cerramos, pos le toreamos.
A Cleto lo sacaron con los tenis pa’ delante, mientras a Martita La Piadosa se le iban en lava y lava las mañanas. Ayer fui a la casa de Lupe y de Manuel. Cuando me abrió la puerta, me dijo: “no está aquel”. A Apolonía le llaman la bonita y vivía en las calles de Ciprés, veinticuatro, interior tres, allí vivía con su tío y su abuelita. Si una tarde tú la ves, como al filo de las seis, sale arreglada con su cara chapeadita. El bruto del Andrés es candil de esos lugares, se la pasa en los billares, es un vago en “pool bolita”. Los domingos y los jueves, en la plaza principal, ameniza las reuniones la banda municipal, y como a eso de las siete ya se miran desfilar, las muchachas y muchachos que las vueltas van a dar. Cuando yo tenía tus años ya había nacido Piedad, Holocausto, Justiniano, Masiosare y Nicolás; la menor de la Gutiérrez con 100 vueltas se casó, y esta Céfira no sale por más vueltas que le doy.
Tuve una tienda en mi pueblo, precioso lugar, te vendía de un camote de Puebla a un milagro a san Buto. pero un buen día me perdí, y hasta mi tienda vendí, sólo salvé del traspaso la parte trasera. Soy el chico temido de la vecindad. Mi padre era granadero, y era recuate del estudiante. Les daba pa' sus granadas, les apostaba por el Atlante. Hoy les da para sus tunas por atracito y por adelante. Hoy dice que vive triste, pero prefiere ser ignorante.
Esta es la esquina de mi barrio, compañeros, un lugar de movimiento sin igual; los camiones, los transeúntes y los perros no la cruzan sin tener deficultad. La otra noche fui de fiesta en casa Julia se encontraba ya reunida la familia Mari-Pepa, Felícitas, Luz y Otilia y Camila, que alegraba la tertulia. Mientras Lupe daba al niño su mamila, doña Cleta pidió un botella a Celia, nos formó a los de confianza dos en fila y brindamos con Charanda de Morelia. Para los tristes, Coca-Cola. Para curarme el mal de amores dijeron los doctores que no había salvación. Ora me dicen Gato Viudo porque una gata pudo quitarme lo chiquión. Yo sólo quiero estar tomando té, tomando té. Pues, tomando té, me duermo.
Ya me voy, me lleva el Metro por un peso hasta Tasqueña. Adiós mi linda Tacuba, ya pasamos por Cuitláhuac, ya pasamos por Popotla y el Colegio _melitar_; ya me estoy arrepintiendo no haber hecho de las aguas; si me sigue esta nostalgia yo me bajo en la Normal. La burocracia va a las dos a la cantina, todos los cuetes siempre empiezan a las dos.
Los potentados salen ya con su charchina pa' Cuernavaca, pa' Palo Alto, qué sé yo. Van a los caldos a eso de la madrugada, los que por suerte se escaparon de la vial.
Tencha lució su vestido chillante, que de charmés le mercó a don Abraham. Mas con zapatos se m'iba pa'delante, pero iba re elegante del brazo de su apá. Hubo danzón con la del veintidós. De ahí los novios partieron pa'Toluca. Feliz viaje de bodas deseamos a los tres.
El 14 de enero de 2020 se cumple un siglo del nacimiento de Chava Flores, el relator de la Ciudad de México.
