Aunque Pedro Sánchez todavía no ha logrado los apoyos suficientes para ser investido presidente, el PSOE y Unidas Podemos van dando forma a la estructura del nuevo Ejecutivo de coalición progresista. El presidente tiene decidido dar galones a su futura vicepresidenta entregándole el control de la Seguridad Social, además de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos.
Hay que recordar que Trabajo es uno de los ministerios que Sánchez está dispuesto a ceder a Podemos, junto con Igualdad y Universidades.
El departamento que ahora dirige Magdalena Valerio pasaría así a manos de Yolanda Díaz, la ministrable de la formación morada que cuenta en este momento con más opciones de ocuparlo. Es portavoz de la confluencia gallega y militante de IU, y forma parte del círculo de confianza de Pablo Iglesias.
Ese movimiento implica desgajar la Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, algo que el PSOE tiene decidido llevar a cabo si la cartera queda definitivamente en manos de Podemos para reservarse la gestión de las pensiones públicas. En Moncloa recuerdan que esto ya sucedió entre 1977 y 1981, cuando pasó a depender de Sanidad.
Pues bien. Según ha podido confirmar Confidencial Digital por fuentes conocedoras de las conversaciones, Pedro Sánchez tiene decidido dar peso a su futura vicepresidenta económica con la gestión de las pensiones públicas.
En el PSOE destacan que la Secretaría de Estado de Seguridad Social no es un departamento menor dentro del Gobierno. Con un presupuesto superior a 154.000 millones de euros, se encarga de gestionar la “caja única”, de la que dependen cada mes la paga de nueve millones de pensionistas.
Solo las pensiones se llevan el 75% del gasto social del Estado, y, si se tienen en cuenta también las prestaciones por desempleo, el porcentaje asciende al 80%. Por eso, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, también aspiraba a dirigir este departamento una vez que dejase de depender de Trabajo.
Con todo, Sánchez también quiere compensar en el movimiento a María Jesús Montero, en un juego de equilibrios entre las dos ministras más importantes del área económica del Gobierno.
Así, la fórmula que gana enteros es el traspaso de las competencias de Administraciones Públicas al Ministerio de Hacienda, que ahora dependen de Política Territorial y Función Pública, según adelantó hace unos días La Política Online.
Hay que recordar que Hacienda ha ostentado, tradicionalmente, la secretaría de Estado de Administraciones Públicas. Sin ir más lejos, en los últimos gobiernos del PP. Por tanto, se trataría de una mera transferencia de competencias hacia un departamento que ya ha gestionado estas políticas, cuando Economía y Hacienda han trabajado por separado.
