Conceptos esenciales como que la recreación ha de ser prioridad todo el año y no solo en el verano, la necesidad de potenciar la vida cultural en el municipio, el consejo popular o el barrio, así como utilizar con ese fin el movimiento de artistas aficionados en las comunidades y diversificar las opciones para satisfacer los gustos e intereses de todos los grupos etarios, fueron defendidos en la Comisión de Atención a la Juventud, la Niñez y la Igualdad de Derechos de la Mujer del Parlamento.
Tras un detallado análisis de las acciones de control y fiscalización realizadas en los territorios para conocer sobre la calidad e impacto de las actividades organizadas como parte del programa de recreación, los diputados reconocieron el enorme esfuerzo y la voluntad del Gobierno y las organizaciones para garantizar su realización en medio de la contingencia energética.
Particular reconocimiento hubo para la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) por los diseños de la recreación, porque trabajó de conjunto con los organismos, las instituciones y organizaciones de masas y sociales. Ello, al decir de los diputados, propició mayor participación en los campamentos de verano, la realización del espacio Zona Joven, las ofertas de campismo para toda la familia, las excursiones, así como otras iniciativas.
No obstante, refirieron, es preciso continuar extendiendo su alcance para abarcar las comunidades, las ciudades y también las montañas. Aludieron a que se necesita más variedad de ofertas gastronómicas, en especial para los niños, así como mayor presencia de ofertas de cervezas y refrescos en los centros estatales, pues su expendio por los trabajadores por cuenta propia ocurre a precios muy elevados.
Eldys Baratute, diputado por Guantánamo, dijo que la recreación incluye muchas áreas y no podemos darles a los jóvenes lo que ellos creen que necesitan, sino lo que los va a mejorar como personas. En ese sentido, la Comisión coincidió en la urgencia de realizar actividades que conecten con los códigos de las nuevas generaciones, pensando siempre en los valores.
Precisamente esas cuestiones fueron abordadas por Diosvany Acosta Abrahantes, miembro del Buró Nacional de la UJC, al presentar el Programa Nacional de Recreación, atendido por el Gobierno, que busca elevar la calidad de vida de los ciudadanos y su formación integral, a partir de una práctica sana y bien concebida del uso de su tiempo libre y la satisfacción de sus expectativas de esparcimiento.
Insistió en contribuir a la diversificación, gestión y calidad de las ofertas, al establecimiento de hábitos saludables, la vinculación de las actividades de esparcimiento con otras de impacto económico, y a que más allá del entretenimiento en sí y lo meramente lúdico, se necesita reforzar el componente cultural, ideológico y formativo de la población.
Alpidio Alonso Grau, ministro de Cultura, aseguró que la recreación tiene que promover la diversidad y tener un enfoque más integral donde exista espacio para todo, a la vez hizo referencia al uso de aplicaciones móviles y a la creación de una metodología para la programación cultural. «La única manera de lograr nuestros propósitos es desde el trabajo colectivo de todos los organismos, instituciones, organizaciones y factores de la comunidad».
Por otra parte, Roberto Morales Ojeda, vicepresidente del Consejo de Ministros, aseguró que, a pesar de las restricciones económicas, se cumple de manera general con los objetivos del Programa Nacional de Recreación y ello tiene que ver mucho con la creatividad y el entusiasmo que le ha puesto nuestra gente, así como con la participación.
Sin embargo, reconoció que no se logra el mismo nivel de actuación de las cabeceras provinciales y municipales en las comunidades y barrios. Los grupos de trabajo responsables en cada instancia, añadió, tienen que estudiar y adaptar el Programa a las características de cada localidad y territorio, y no circunscribir el análisis de la recreación a decir «dónde ponemos el termo de cerveza o el grupo musical».
Necesitamos reforzar allí, dijo, los propósitos de una recreación sana, con ofertas para todas las edades sin desconocer los intereses individuales.
