Si tu electrodoméstico se ha estropeado y no se puede reparar o quieres comprar uno con más prestaciones, resultará imprescindible valorar la marca y la etiqueta energética, entre otras cuestiones, para que el nuevo aparato tenga una vida útil larga y un funcionamiento adecuado. A la hora de elegir el mejor electrodoméstico, la información y experiencia de otros usuarios es clave. Asimismo, fijarse en la etiqueta energética puede otorganos muchos datos para realizar la mejor adquisición posible. En este sentido, el Director del Máster en Energías Renovables y Eficiencia Energética de la Universidad de Nebrija, Juan José Coble Castro, señalaba en una entrevista con ABC la necesidad de incluir más información accesible al consumidor. «Sería conveniente y bastante útil que esta etiqueta llevara una indicación del tiempo de vida útil medio del aparato, del tiempo que estarán disponibles los repuestos desde que deje de fabricarse y que indique si incluye garantía comercial y de cuánto tiempo. El consumidor al mirar estas etiquetas entre aparatos de distintas marcas podrá comparar y comprar con mejor criterio», señalaba el profesor de la Universidad de Nebrija.
A continuación, recopilamos consejos como guía de compra para ayudar a encontrar a el electrodoméstico que mejor se adapta a nuestras necesidades y presupuesto, a la vez que se tiene en cuenta la calidad y duración del aparato.
1. La marca sí importa. De un informe de la OCU realizado a partir de las opiniones recopiladas entre sus socios se extrae que «existe una gran diferencia entre unas marcas y otras en cuanto a la durabilidad del producto». De hecho, la longevidad media ronda los 10 ó 12 años, pero algunas enseñas no alcanzan esa duración, mientras que otros las superan «con creces». En este sentido, desde la organización de consumidores concluyen que los grandes electrodomésticos pueden estar funcionando de 15 a 17 años si se optar po Miele o en cambio, solo de seis a nueve años si se compran marcas como Haier, Indesit o Beko.
2. Comprar al mejor precio. Las diferencias entre algunas marcas son muy significativas, aunque, a veces, el precio más elevado coincide con la mayor durabilidad. En el caso de las lavadoras, las de Haier cuestan una media de 352 euros frente a los 1.200 euros de los modelos de Miele, según datos recopilados por la OCU. La organización de consumidores también ha constatado que las tiendas online presentan precios más favorables para el bolsillo que los establecimientos físicos. Además, en internet podemos mirar aplicaciones que comparan los precios de un mismo producto en distintos comercios electrónicos.
3. Consultar y entender la etiqueta energética. A partir de marzo de 2021, las etiquetas se simplificarán con una escala que irá de la A a la G y se suprimirán las anteriores «A+»,«A++» y «A+++». En algunos productos no solo se informará sobre el consumo de electricidad, sino que también se ofrecerán otros datos como el agua utilizada por cada ciclo de lavado, la capacidad de almacenamiento o el ruido emitido, entre otros. Asimismo, se incluirán pictogramas intuitivos para comparar productos y realizar una elección de compra mejor informada. También se incorporará un código QR con el que los consumidores podrán obtener información adicional tras escanearlo con un teléfono inteligente común.
4. Opiniones y reseñas. Hoy en día, los consumidores pueden recabar en internet información de otros usuarios que han utilizado antes el electrodoméstico y conocen bien sus prestaciones. De hecho, del informe «Fidelizar clientes, el reto del sector Consumo» de KPMG se desprende que los españoles cada vez confiamos más en las reseñas y opiniones de otras personas -tanto familiares o amigos como «influencers» en redes sociales- que en la comunicación oficial de las propias marcas.
5. Revoluciones, programas y capacidad. En la «Guía de compra» de Carrefour se indica que en el caso de las lavadoras, las revoluciones -que suelen variar entre 1.000, 1.200 y 1.400 - son importantes para valorar la eficacia del centrifugado. En el caso de los frigoríficos, en la mencionada guía se recomiendan los frigoríficos combi con los cajones del congelador abajo por ser los que mejor enfrían. Para los microondas, los expertos de Carrefour recuerdan que los hay con capacidades que van de los 17 a los 30 litros y que elegir uno grande o pequeño depende de si se van a utilizar también para cocinar o solo para calentar.
6. Facilitar las reparaciones. Cabe recordar que la Comisión Europea obligará a los fabricantes a garantizar el derecho a la reparación y a incrementar la duración de estos aparatos ya que las piezas de repuesto deberán estar disponibles durante un periodo largo de tiempo tras la compra. A partir de 2021 este plazo será de siete años mínimo para las neveras y de diez, para los lavavajillas y lavadoras, que además tendrán que utilizar menos agua en sus programas de lavado. Por otro lado, estas piezas tendrán que ser entregadas antes de que pasen 15 días hábiles y se podrán «reemplazar con el uso de herramientas comúnmente disponibles y sin daños permanentes para el electrodoméstico» y el consumidor podrá acudir a cualquier taller para efectuar el arreglo sin verse obligado a recurrir al servicio oficial de la marca.
7. La retirada es obligatoria y gratuita. Los establecimientos en los que compremos el nuevo aparato están obligados a retirar el antiguo de forma gratuita, tal y como recuerdan en la Federación Española de Comerciantes de Electrodomésticos (FECE). Así, el Real Decreto sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), obliga a los distribuidores a recoger sin coste para el comprador los aparatos viejos al adquirir uno nuevo.
