El gigante de inversiones bancarias, Goldman Sachs, dio un paso en la dirección correcta hacia la preservación del medio ambiente al retirar sus inversiones de las explotaciones petroleras del Ártico. Citando la importancia del frágil ecosistema del Ártico y su importancia para las poblaciones indígenas, el gigante inversor dijo que rechazará invertir en cualquier exploración […]
Foto: Pixabay
El gigante de inversiones bancarias, Goldman Sachs, dio un paso en la dirección correcta hacia la preservación del medio ambiente al retirar sus inversiones de las explotaciones petroleras del Ártico.
Citando la importancia del frágil ecosistema del Ártico y su importancia para las poblaciones indígenas, el gigante inversor dijo que rechazará invertir en cualquier exploración petrolera en el Ártico, incluido el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico.
“La explotación de petróleo en el Círculo Polar Ártico puede provocar condiciones de operación severas, daño al hielo marino, a la cobertura de permafrost y tener impactos potenciales en hábitats naturales críticos para especies en peligro de extinción”, dijo Goldman Sachs en su Marco de Política Ambiental.
“Los ecosistemas únicos y frágiles de la región del Ártico también apoyan los medios de subsistencia de los grupos de pueblos indígenas que han poblado ciertas áreas de la región durante siglos”, añadió la compañía.
El banco con sede en Nueva York también tomará otras acciones enmarcada en sus novedosas política ambientales, vanguardistas para una compañía de este tamaño y características.
Entre otras cosas también rechazarán invertir en la creacción y explotación de nuevas minas de carbón y en trabajos que destruyan entornos naturales como montañas. En aquellos lugares de este tipo donde ya hayan invertido, trabajarán con las empresas para diversificar sus estrategias y reducir sus emisiones de carbono. Esto será considerado “clave” en la aceptación y puesta en marcha de futuros proyectos de inversión que tomen.
Goldman Sachs se suma a una docena de bancos de todo el mundo, mayormente con sede en Europa y Australia, que se comprometieron a no financiar el desarrollo de proyectos petrolíferos y de gas en el Ártico.
