El PSOE aguanta el pulso. Adriana Lastra, cara visible del equipo negociador del PSOE para la investidura, que ha comparecido después de semanas de silencio, ha dejado muy claro que los socialistas no van a cambiar el rumbo pese a la presión del PP y, sobre todo, de Ciudadanos, que le exige que renuncie a su acuerdo con Unidas Podemos para intentar un plan b que no dependa de los votos de ERC. Los socialistas siguen adelante con el plan a, intentarán convencer a ERC —aunque insisten en no dar ningún detalle de la negociación— e incluso mantendrán por primera vez una reunión con Bildu, que podría también abstenerse, y con la CUP.